El béisbol ha sido el pasatiempo nacional desde los albores del siglo pasado. No solo tenemos una liga profesional, sino que también contamos con innumerables representantes en otras latitudes, desde las Grandes Ligas de Estados Unidos hasta el lejano Japón, desde Italia hasta México. Es por eso que en cualquier parte del país se habla de este juego; cualquier venezolano se considera un experto en la materia. La rivalidad que hay entre equipos y regiones, es parte del sabor que conlleva nuestro béisbol. Es un gusto ver los parques de pelota en Venezuela, cuando se va calentando la temporada, sacando cuenta de lo poco que falta para asegurar la clasificación.
Por esta razón, me gusta hacer paralelismo entre ese apasionante juego y nuestra realidad política. ¿Qué venezolano no sabe lo que es un short stop? En la tierra que vio nacer a Luis Aparicio, a David Concepción, a Enzo Hernández, a Oswaldo Guillén, a Omar Vizquel y tantos otros defensores de las paradas cortas, a tantos torpederos, somos conocedores de lo que significa esta posición para el equipo.
¿Qué se le pide a un short stop? Lo que llaman las jugadas de rutina. Entre otras cosas, tomar los rollings de frente, cubrir al tercera base en los toques por su posición, ir al “hueco” a tomar los elevados, saber pasar la bola en los doble plays, en fin, el ABC de la posición. Si luego de eso, batea 300 de promedio, roba 30 bases, hace jugadas espectaculares y bota más de 30 pelotas a las gradas, mejor. Esto sería un añadido, un plus, un bono, pero lo medular es que haga las jugadas de rutina.
¿Cuáles son las jugadas de rutina de un gobierno? Pleno empleo, seguridad social, abastecimiento, educación, vialidad, seguridad ciudadana, política exterior, salud, asistencia a la producción nacional -la nuestra, no la de los países chulos-, inversión en infraestructura turística, justicia social, leyes adecuadas, transporte, y un larguísimo etcétera que todos conocemos.
Yo creo que más importante que la ideología, que la orientación política y el discurso, o la falta de éste, es la efectividad en el cumplimiento de su tarea. La pregunta es: ¿Qué tal nos ha ido con este short stop? ¿Cumple con su rol, hace sus “jugadas de rutina? Un país donde la justicia no es justa, donde los legisladores no legislan, sino que ceden esa labor al presidente y en el que el ejecutivo no ejecuta acciones que mejoren sustancialmente nuestra calidad de vida, retrata a un equipo que está destinado a la última posición del campeonato, lugar que ya ocupamos en muchos renglones.
Y la gran pregunta para usted, amigo chavista…. ¿Como manager mantendría a ese campocorto por más de 16 temporadas? ¿Será por eso que vamos perdiendo el juego?