Venezuela ha concretado con Uruguay el pago de una vieja deuda, entre Pdvsa y Ancap, por $300 millones, con la importación de 265 mil toneladas de alimento. Leche en polvo, queso, arroz, soja y pollo, serían algunos de los productos que en los próximos días se estarían recibiendo en puerto criollo, situación que ha despertado suspicacia y molestia en representantes del sector económico, que denuncian que convenios de este tipo sólo benefician la economía de otro país, más no a la propia.
Sobre esta situación fue consultado el presidente de Fedecámaras-Lara y director nacional de la cúpula, Alberto Gámez, quien rechazó que dicho anuncio se realice “con bombos y platillos”, porque sólo beneficia la economía de otro país, pero no la propia.
“Celebremos si se trata de las mismas toneladas de exportación. Eso sí crea orgullo, porque estaríamos generando divisas para el país, divisas que tanto necesitamos”, expresó el empresario, quien agregó que se trata de la misma “economía de puerto” que tanto han denunciado y rechazado.
En tal sentido, recordó que un pago como este resta al país el ingreso de divisas que tanto necesita y cuya distribución, de manera eficaz, podría brindar mayores beneficios para la economía venezolana. Además no generan ingresos por pago de impuestos.
Apuntó que se trata de una maniobra realizada, en detrimento de agricultores y productores nacionales y que la cantidad de alimento que se importará no asegura un amplio abastecimiento, si se analiza que se trata de aproximadamente de 30 millones de habitantes. Calificó la cantidad como “irrisoria”.
Lamentó que se trate de “paños de agua caliente” para “tapar los huecos” del mercado, en puerta a fechas electoral.
Formula un llamado al Gobierno nacional, para trabajar en conjunto y promover el “hecho en Venezuela”.
Crisis contable
Por su parte, el economista especialista en Petróleo y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Rafael Quiroz Serrano, comentó que la deuda sostenida por Uruguay data de cinco años. Sin embargo, es bastante probable que la oferta uruguaya se haya vuelto atractiva por la situación de escasez presente en el país.
Señaló que si bien la celebración de convenios de pago de este tipo inició con la llegada del fallecido presidente Hugo Chávez al poder, se han intensificado en los últimos tiempos, a objeto de suplir y abastecer al país de los alimentos necesarios; carencia que se hace presente con la fractura del sector productivo-empresarial venezolano.
Quiroz Serrano aseguró no estar de acuerdo con este tipo de pagos, puesto que se trata de una figura compleja de totalizar a efectos de la técnica contable, en especial cuando se refiere a servicios, como los acordados con Cuba, por médicos y entrenadores deportivos.
Se preguntó cuáles son los parámetros contables de referencia para valorar la presencia de estos en Venezuela, con base en la permuta entre sueldo y barriles de petróleo, por citar un ejemplo.
En este sentido, destacó que dichos convenios han ocasionado problemas de técnica contable en Pdvsa. Aseguró que esta modalidad no permite apreciar las cifras de la petrolera con claridad.
Recordó, por tanto, que gobiernos anteriores históricamente exigieron se pagaran las facturas petroleras en dólares, moneda tangible.
