El gobierno colombiano presentó este martes una nueva estrategia para terminar con los cultivos de hoja de coca que coincidió con un plan para poner fin a las fumigaciones áreas con el polémico glifosato a partir del 1 de octubre.
Según el presidente Juan Manuel Santos, Colombia «no tiene por qué seguir siendo el primer exportador de coca del planeta» por lo que prepara un programa que incluye una fuerte inversión social en las comunidades productoras de la hoja, generalmente campesinos pobres.
El mandatario propuso financiación y asesoría técnica para emprender proyectos agropecuarios alternativos.
«No los vamos a dejar solos en sus negocios», dijo Santos. Informó que se van a crear «unas comercializadoras rurales que se encargarán de los centros de acopio, de la distribución y la búsqueda de mercados».
El objetivo es convencer a las comunidades para que erradique voluntariamente la mata de coca y, si no se logra un acuerdo, se hará de manera forzosa, anunció Santos. Para ello propuso que a quienes se mantengan más de 5 años cultivando productos lícitos se les dará títulos de propiedad para que se conviertan en propietarios.
La estrategia integral implica subvenciones y ayudas directas a los campesinos y las comunidades durante 2015 y 2016 en los dos departamentos con mayor producción -Putumayo y Nariño- donde hay unas 26.000 familias productoras de coca.
Según los datos aportados por el mandatario, el 81% de la producción se concentra en seis departamentos: Putumayo, Nariño, Cauca, Caquetá, Guaviare y Norte de Santander. Sin embargo, dos terceras partes de los cultivos ilícitos están en parques naturales, donde hasta ahora estaba prohibida la fumigación aérea.
«Este plan de sustitución es para las comunidades, para los campesinos», dijo Santos. «Pero a los narcotraficantes, a las bandas criminales dedicadas este negocio, los seguiremos persiguiendo con toda la contundencia», añadió.
El ejecutivo colombiano prepara también un nuevo estatuto penal para los adolescentes porque las mafias del narcotráfico usan muchachos entre 14 y 18 años por los beneficios penales que tienen, según el mandatario.
Paralelamente Santos vinculó este plan con el proceso de paz que se sigue en la Habana y dijo haber alcanzado un compromiso con la guerrilla de las FARC para que una vez dejen las armas, contribuyan con la solución al problema de las drogas ilícitas.
«Ya hemos hablado con las FARC sobre planes conjuntos para la sustitución de cultivos. Imagínense lo que esto significa. Que las FARC, en vez de defender cultivos ilícitos y toda la cadena del narcotráfico, ayude al Estado para su erradicación», expresó.