Hasta esta noche el maestro Ángel Eduardo Montesinos estará al frente de la Orquesta Mavare, fundada en 1898.
Montesinos, vinculado a la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), desde hace tres décadas, llevó las riendas de la orquesta desde diciembre de 2001, es decir, 15 años alzando la batuta ante una de las agrupaciones más valiosas de la región, sobre todo por su relación con la Divina Pastora; no podemos olvidar la tradicional serenata durante la vigilia y el emotivo concierto cada 14 de enero en la plaza Macario Yépez.
Hoy, con motivo del 53º aniversario de la UCLA y luego de los actos protocolares, la Orquesta Mavare se presentará.
Montesinos conducirá once obras del repertorio larense y venezolano, entre estas Tocuyana (F. Montes), Barquisimeto (R.M. López), Cómo llora una estrella (A. Carrillo) Alma Llanera (P. Gutiérrez), entre otras. Los solistas invitados serán Miguel Ángel Arapé, Edgar Gurmeitte y Cheita Quintana.
El maestro, quien atesora una impecable trayectoria artística, expresó que múltiples compromisos personales así como proyectos académicos, lo llevaron a tomar la decisión, la cual meditó durante tres años y con lupa.
“Mi retiro es una situación normal, una sola vida no me alcanza para atender tantas labores”, dijo el académico.
“Mis palabras en este momento no pueden ser sino de agradecimiento; a mi familia, a las hijas de Juancho Lucena, a esa gran comunidad que es la universidad, a los músicos de la orquesta, quienes han sido otra familia, a los medios de comunicación, receptivos a difundir las actividades de la Orquesta Mavare”, agregó en un contacto telefónico.
Destacó que la Mavare no es cualquier orquesta, se trata de una agrupación con 120 años de historia. Todos sus integrantes han estado y están comprometidos con el hecho artístico.
Y añadió “mañana (hoy) será mi última aparición frente a la orquesta, sin embargo, seguiré participando como violinista en los actos de la Divina Pastora. A propósito de mis compromisos es justo ser sincero y congruente ceder el paso y el espacio a otra generación que le dé continuidad a un proyecto tan hermoso. No estoy saliendo por la puerta de atrás y menos por la situación presupuestaria que atraviesa la universidad; la UCLA es mi segunda casa”.
Mencionó que la Mavare quedará en manos del también aplaudido director de orquestas Antonio Giménez, titular de la Orquesta de Cámara de la UCLA.
Montesinos le incorporó un sonido nuevo a la orquesta, enriqueció el repertorio y produjo tres discos. Piano, percusión menor y violas, fueron instrumentos que le añadió a la agrupación.
“Me dediqué a combatir la cultura del olvido, a hacer algún comentario sobre las obras y sus compositores durante los conciertos. Cómo llora una estrella por ejemplo está cumpliendo 100 años, siempre hice alguna alusión a los autores, al gentilicio larense”.
Montesinos explicó que no desea restarle protagonismo a los actos de la universidad y a la entrega de la Orden 22 de Septiembre, no obstante, es una ocasión propicia para despedirse de tantos amigos en común, así como de la audiencia que durante 15 años lo apreció conducir la Mavare.
“Le agradezco a EL IMPULSO todo el apoyo brindado, desde niño me abrió las puertas”.