Venezolanos y colombianos esperan más que fotos en la reunión Maduro-Santos

-

- Publicidad -

Los presidentes de Colombia y Venezuela se reunirán el lunes en Quito para intentar poner fin a una crisis que comenzó hace un mes cuando Caracas decidió cerrar los pasos fronterizos y expulsó a 1.500 colombianos.

Desde entonces otros 15.000 nacionales –según cifras de la ONU– dejaron Venezuela voluntariamente por temor a represalias.

- Publicidad -

Uruguay y Ecuador, como presidentes de Unasur y Celac, respectivamente, son facilitadores del encuentro entre Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro que viene precedido de varios incidentes que han enturbiado el ambiente.

La semana pasada el ejército colombiano denunció la entrada ilegal a su territorio de 15 soldados venezolanos que estaban persiguiendo a un supuesto contrabandista.

Días antes aviones venezolanos habrían violado el espacio aéreo de Colombia durante sobrevuelos que Caracas ha negado.

Actualmente están cerrados todos los pasos terrestres y apenas un par de ríos comunican los 2.200 kilómetros de frontera entre ambos países.

Para Colombia el encuentro fue posible gracias a que se cumplieron las tres condiciones que había impuesto Santos: se abrió un corredor humanitario para escolares que viven a un lado y estudian al otro, se suspendieron las deportaciones ilegales de colombianos y los expulsados podrán regresar a recoger los enseres abandonados a la carrera.

No obstante, antes de partir hacia Quito, Santos escribió en su cuenta de Twitter que llega a la cita con Maduro “con las mejores intenciones pero sin grandes expectativas».

En paralelo al trabajo diplomático de Uruguay y Ecuador, en televisión y por Twitter los mandatarios siguieron con la escalada de declaraciones. Maduro exigió una «nueva frontera» y culpó a la derecha de infiltrar paramilitares en el país, mientras Santos acusó a Maduro de “autodestruir la revolución».

El senador de izquierda colombiano Iván Cepeda espera que de la reunión “salga algo más que fotos y mensajes de reconciliación sino soluciones concretas para una frontera que se ha ido deteriorando en los últimos años por culpa de las mafias del contrabando y la presencia de grupos armados a uno y otro lado», dijo a The Associated Press.

Durante años en las regiones colombianas que limitan con Venezuela se come, se hacen negocios y hasta se bebe cerveza venezolana gracias a la gasolina y la comida subvencionada que entra de forma ilegal, mientras sus supermercados se vacían, según Caracas.

Paralelamente, desde que estalló la crisis el ejército colombiano ha empezado una campaña de vigilancia y destrucción de pasos ilegales para impedir la entrada masiva de productos subvencionados en regiones como La Guajira, una de las más pobres del país donde hay un 30% de desnutrición y donde 5% de los niños no llega a los 5 años. Hoy todas sus poblaciones están asfixiadas por el cierre fronterizo.

Esta es la crisis más grave entre los dos países desde que en 2008 el entonces presidente Hugo Chávez movilizó tropas en la frontera por la muerte del líder guerrillero colombiano Raúl Reyes y amenazó con enviar aviones.

En julio de 2010, los dos países rompieron relaciones diplomáticas luego de que el entonces presidente Álvaro Uribe (2002-2010) acusó a Caracas de dar cabida en su territorio a los jefes de las guerrillas colombianas. Las relaciones se normalizaron luego de que Santos asumió la presidencia.

El lunes se inició en la ciudad fronteriza de Cúcuta un plan para sacar vehículos de las calles y así reducir las largas filas que se forman para abastecerse de gasolina en las diferentes estaciones de servicio, indicó la alcaldía.

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -