Es necesario que en nuestro país se haga de manera urgente un ajuste salarial que compense a los trabajadores activos y jubilados por el duro efecto que está teniendo la inflación sobre el poder adquisitivo de la masa trabajadora.
El pronunciamiento fue realizado por el economista, José Guerra, quien explicó que la capacidad de compra del venezolano se ha venido al suelo, lo que golpea duramente su calidad de vida.
“El costo de la vida ha dejado atrás la remuneraciones de los trabajadores y ahora éstos se encuentran ante dos situaciones igualmente difíciles.
Por una parte, una inflación acumulada de 105 por ciento entre enero y agosto del 2015 y por la otra, una escasez generalizada de bienes esenciales, especialmente de alimentos”, dijo.
Asimismo resaltó que en Venezuela “la canasta alimentaria está valorada en Bs. 28 mil 363, es claro que el salario mínimo no alcanza para que una familia coma, ni devengando tres salarios mínimos”.