Una de las míticas piezas de las películas de Harry Potter podría estar más cerca que nunca. Eso es al menos lo que piensan científicos del Lawrence Berkeley National Laboratory de Estados Unidos, que han creado una capa de invisibilidad ultrafina que hace desaparecer objetos tridimensionales.
La capa de invisibilidad ha sido un objeto clásico del mundo del cine. Películas como Harry Potter, pero también Star Trek y otras historias de ciencia-ficción y fantasía han utilizado esta pieza en sus guiones.
El dispositivo desarrollado ahora por los investigadores norteamericanos es también menos voluminoso que otras capas fabricadas anteriormente. Su diseño es lo más parecido a una «piel» que se haya conseguido nunca, según apunta Xiang Zhang, director del Departamento de Ciencias Materiales del Berkeley Laboratory.
A pesar de las buenas noticias, esta capa de invisibilidad está lejos de ser un prototipo que pueda ser comercializado. Su tamaño microscópico no ha impedido, sin embargo, que sea capaz de hacer desaparecer objetos tridimensionales por primera vez en la historia de la ciencia.
Este avance ha sido posible gracias al desarrollo de los metamateriales, fabricados con unas propiedades que no pueden encontrarse en la naturaleza. El diseño de la capa podría ser escalable hasta conseguir hacer desaparecer objetos de mayor tamaño.
Estos materiales presentan una superficie formada por piezas con un tamaño menor que el de la longitud de onda de la luz visible. De este modo, las superficies de los metamateriales son capaces de desviar las ondas de luz, oriéntandolas alrededor o lejos de un objeto.
El trabajo del equipo de Xiang Zhang, publicado en la revista Science, ha logrado hacer desaparecer un objeto tridimensional de dimensiones microscópicas.
La capa de invisibilidad, formada por nanoantenas de oro, tiene una apariencia similar a un manto con un espesor de apenas 80 nanómetros.
Otra de las características de la capa de invisibilidad presentada es que puede encenderse y apagarse, simplemente cambiando la polarización de las nanoantenas de oro, que funcionan como una especie de «interruptor».
La posibilidad de que sea escalable abre las puertas a un futuro donde dispositivos como éste puedan ocultar objetos macroscópicos, aumentando las posibilidades y los resultados conseguidos hasta el momento. La capa que Albus Dumbledore le regaló a Harry en su primer año en Hogwarts está más cerca que nunca gracias a este trabajo.