Lamentablemente, en la actualidad por lo menos 1 de cada 150 niños sufre de autismo, cifra que con tristeza vemos aumentar año tras año. Aunque no sea tarea sencilla, comprender a estos especiales chicos es vital para su desarrollo, por lo que aquí les contamos los más novedosos descubrimientos sobre ese trastorno, para ayudarlos así a entender mejor de qué se trata
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Con tristeza observamos que los individuos con autismo generalmente presentan dificultades para relacionarse con otras personas, por lo que se les hace prácticamente imposible comunicarse con los demás, mostrar empatía con las conductas sociales normales y comprender expresiones faciales, chistes, metáforas y frases con doble sentido, lo cual, según una investigación de Biological Psychiatry, se debe a fallos en el sistema de las neuronas espejo (encargadas de comprender y anticipar los deseos y las acciones de los demás), las cuales no se bloquean pero se desarrollan con extremada lentitud.
A simple vista…
Es indispensable que sepamos cuáles son con exactitud sus más notorios síntomas y signos, pues gracias a esos primeros indicios podremos detectar a tiempo si nuestro pequeño es, o no, autista. Con respecto a esto y hablando en términos generales, este trastorno afecta a la comunicación, las interacciones o relaciones sociales, produce conductas repetitivas y obsesiones con ciertas temáticas.
Inusual genialidad
Aunque sea difícil de creer, el autismo también es conocido como “el mal de los genios”, pues varias personalidades reconocidas por sus impresionantes talentos, gran inteligencia y fascinantes habilidades, tenían esa condición en común. De hecho, según afirma Michael Fitzgerald, psiquiatra irlandés del Trinity Collage de Dublín, Albert Einstein, Isaac Newton, Mozart, Beethoven, Inmanuel Kant y Hans Christian Andersen padecían de autismo.
Sin importancia para ellos
Tal y como lo ha revelado un estudio que se llevó a cabo en el Instituto Tecnológico de California, los autistas no le dan ni la más mínima importancia a su propia reputación, es decir, no ven relevante lo que los demás opinen acerca de ellos. Esta conclusión se desprendió de un experimento en el que las personas que padecían de autismo, donaban la misma cantidad de dinero estando solos o ante la presencia de observadores, mientras que los individuos sanos aportaron mayores sumas cuando tenían testigos de la contribución económica que estaban realizando.
Amantes de la tecnología
¿Has notado que cada vez son más las personas con autismo que trabajan en empresas relacionadas con la tecnología?, esto se debe a que al parecer estos individuos captan, analizan y procesan mejor los datos de este tipo que las personas normales, comunes y corrientes. Así mismo y como si esto fuese poco, los autistas pueden detectar las informaciones “importantes, esenciales o vitales” con mayor velocidad.
Indicadores faciales
Seguramente ya te has dado cuenta de que los niños que padecen de autismo suelen tener características similares en sus rostros, lo cual, tal y como pasa con el Síndrome de Down, los identifica entre sí y los diferencia un poco de las personas totalmente sanas. De acuerdo con una investigación publicada en la revista Molecular Autism, estos chicos tienen los ojos más anchos, la boca más grande, la nariz y los cachetes más pequeños de lo normal y la parte superior de la cara más amplia que el común denominador.
Cuestión de tiempo
Los bebés que nacen antes de término y con bajo peso, suelen tener una predisposición cinco veces mayor a padecer de autismo que aquellos que vienen al mundo una vez culminado el embarazo en el tiempo correcto y con un peso dentro de los parámetros normales, sin embargo, esto no quiere decir que absolutamente todos los niños prematuros son o serán autistas, sino que sus probabilidades de serlo son más altas.
En términos generales
Hablando a grandes rasgos, los niños que sufren de autismo tienen la circunferencia de la cabeza más grande que los chicos perfectamente sanos, lo cual, según asegura una investigación realizada en la Universidad de Cincinnati, se debe a que el organismo de estos pequeños produce más niveles de hormonas relacionadas con el crecimiento (factores de crecimiento insulínicos tipos 1 y II).
En épocas remotas
Gracias a un interesante estudio, se pudo comprobar que ciertos genes responsables de producir el autismo posiblemente fueron seleccionados en épocas remotas, pues estos proporcionaban mayores habilidades en inteligencia espacial, concentración y memoria, cualidades que favorecían a quienes padecían autismo a la hora de cazar y recolectar en la prehistoria.