Dos meses y medio haciendo necesidades en papel periódico y caminando un largo tramo para llenar un tobo de agua, viven los habitantes de tres sectores de Manzano Abajo.
Los Tubos, Las Trujillanas y Las Plazuelas no tienen agua por tubería porque el tubo matriz se fracturó y aunque 15 días atrás representantes de Hidrolara fueron al sitio de la fuga, “tomaron una fotografía y se fueron” aseguró Mara de Alvarado, vecina afectada.
Es evidente que se trata de una tubería de antaño que requiere el trabajo de sustitución y aunque los mismos vecinos colocaron una suerte de parche para evitar el desperdicio del agua, temen que cuando llegue con mucha presión, la tubería ceda y afecte las casas adyacentes.
Yorvis Alvarado, otro vecino afectado y dirigente social de Manzano Abajo, expresó que si esta semana no reciben respuesta por parte de la hidrológica, el lunes trancarán la vía principal.
Mientras la situación se resuelve, a los habitantes no les queda otra que caminar hasta La Plazuela en donde hacen fila para tener un turno en “la plumita” y llenar algunos envases para el día.
A veces deben recurrir a comprar el líquido a un camión cisterna que cobra entre 3.000 y 3.500 bolívares.
Mientras que el botellón para el consumo ronda los 150 bolívares.
La delincuencia no da tregua
Orlando Ramos, otro habitante de Manzano Abajo, indicó que la inseguridad y la recolección de basura también se suman a las urgencias de la comunidad.
Recientemente la comunidad ha sido protagonista en las páginas de sucesos de los diarios porque la delincuencia se ha apoderado del sector. A diario se viven robos de carros, motos y arrebatones en el transporte público.
El 22 de agosto un joven de 21 años de edad, quien estaba listo para unirse a las fuerzas activas de la milicia, fue asesinado durante un atraco al salir de la celebración de su juramentación que se realizaba en una granja del sector.
La víctima quedó identificada como Maikol Javier Álvarez Escalona, a quien le propinaron un golpe mortal en la cabeza con un objeto contundente para quitarle los zapatos.
En aquella oportunidad los vecinos informaron que desde que los propietarios de las granjas alquilaban para eventos privados, los actos delictivos cada vez son más frecuentes.