Marco Coello, uno de los estudiantes procesados por las acciones de violencia en la marcha del 12 de febrero de 2014 y quien salió del país antes de que se conociera la sentencia, dice que se fue porque en Venezuela “no hay Estado de Derecho” y sabía que ya estaba lista la sentencia en su contra, la que calificó como injusta.
En entrevista con Fernando del Rincón en Conclusiones, Coello aseguró que fue víctima de torturas, que lo querían obligar a firmar una declaración que lo inculpaba a él y a Leopoldo López y que seguirá su lucha desde el extranjero, donde —dice— sí puede expresarse sin ir preso.
Cuando lo detuvieron, Coello dice que le apuntaron “con una pistola en la cabeza”, obligándolo a firmar “una declaración que decía que yo era culpable y había actuado por orden de Leopoldo López”, dijo el joven en Conclusiones.
En los siguientes días el Ministerio Público lo acusó por los delitos de incendio, daños a la propiedad, instigación y agavillamiento, los mismos cargos que hoy pesan sobre Leopoldo López.
En su detención, el joven dice que desconfiaba de todos, incluso de los otros estudiantes, a quienes solo conoció en prisión, al igual que a Leopoldo López no lo conocía.
Coello dice que López es una persona dispuesta a soportar su encarcelamiento “por el amor a Venezuela”.
“Cuando supe que la sentencia ya estaba lista, decidí salir del país”, dijo en Conclusiones. A pesar del riesgo que corría al presentarse en un aeropuerto antes las autoridades de migración, dijo que lo hizo porque “de todas maneras iba a ir preso”.
Coello aseguró que acató las normas hasta último momento.
“Prefiero luchar por mi país desde afuera, donde sí puedo expresarme”, señaló.
Coello no ha podido hablar con su madre desde que salió del país y dice que teme por su seguridad.