Los propietarios de los camiones cisternas contratados por Hidrolara para suministrar agua a numerosas comunidades del municipio Iribarren continúan sin llegar a un entendimiento para reanudar sus servicios.
Este martes celebraron una asamblea en las inmediaciones del llenadero del kilómetro 11 de la intercomunal Florencio Jiménez para informar sobre los resultados de la última reunión con directivos de la hidrológica regional.
Allí estaban cisterneros de las cuatro asociaciones que operan con Hidrolara, encabezados por sus directivos: Iraida Vera, de Aguas de Lara; Franklin Dudamel, de Asoagua; José Mogollón, de El Cardenal y José Dudamel, de la Domingo Antonio Sánchez.
En total son 116 cisternas que se surten en el llenadero del kilómetro 11 y distribuyen agua a unas 450 comunidades de las parroquias Juan de Villegas, Águedo Felipe Alvarado, El Cují y Tamaca, cuyas familias llevan más de un mes sin recibirla a causa del paro.
Iraida Vera informó que en la última reunión que sostuvieron con directivos de Hidrolara les ofrecieron un incremento del 70 por ciento en sus ingresos, lo que consideran insuficiente por los gastos que deben hacer para mantener activas sus unidades.
Mogollón, por su parte, puso como ejemplo que para comprar un caucho para camión deben desenbolsar 230 mil bolívares, además de las alzas escandalosas que han experimentado otros repuestos, como baterías, frenos, y si necesitan reparar un motor necesitan millones.
Los cisterneros están exigiendo un incremento del 160 por ciento, cantidad que la hidrológica afirma no está en condiciones de cancelar, de allí que el paro de actividades persiste.
Este ha originado varias protestas por parte de familias de diferentes comunidades afectadas, en especial de Pavia y Águedo Felipe Alvarado, quienes han cerrado arterias viales durante horas exigiendo la solución del grave problema que representa el no recibir agua por ningún medio.
Iraida Vera denunció también que algunos cisterneros no afiliados a ninguna de las asociaciones legales, siguen llenando sus tanques en el llenadero del kilómetro 11, con la complicidad de los funcionarios de Hidrolara que no les obligan a cumplir normas sanitarias como lo hacen con ellos.
Explicó que todos los dueños de camiones cisternas deben cumplir con ciertas normas sanitarias para distribuir el líquido vital, lo que no hacen quienes están utilizando esa estación para lucrarse poniendo en riesgo la salud de los consumidores.
Estos últimos aducen que sólo están cumpliendo una labor social, suministrando agua a algunas comunidades que no la reciben por otros medios.
Pero en el llenadero del kilómetro 11 también se siguen surtiendo algunos cisternas propiedad de consejos comunales, en su mayoría de comunidades del oeste de Barquisimeto, donde no existen acueductos.
Lea también:
Cisterneros rechazan bajo ajuste ofrecido por Hidrolara
