“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica…
¡La voluntad!”
Albert Einstein
Llega a 463 años de fundada la ciudad crepuscular, la capital musical, y otrora capital del desarrollo pero, parece que no hay nada que celebrar.
La ciudad está prácticamente a oscuras. Oscuridad por el manto negro que la cubre de noche en calles y avenidas que están sin iluminación y, oscuridad creada por el hampa desbordada.
En cualquier país, donde sus ciudadanos sean educados y capacitados para vivir en libertad y en democracia, es inaceptable la delincuencia incontrolada.
Nos acostumbraron al rosario de muertes violentas que ocurren cotidianamente; se dejó de hablar de la prensa amarillista, supongo, que es porque la violencia es más común
que el pan de cada día… Porque el pan a veces no se consigue.
Por la pasividad de los ciudadanos no parece sorprender los hechos ocurridos en Pedregal, tampoco la saña que el malandraje ha vertido sobre el Colegio María Auxiliadora
De ser cierto, es imperdonable que las autoridades a quienes “compete» la seguridad personal y de los bienes de los venezolanos no acudan al llamado de auxilio efectuado, con
la excusa de qué, esa, es zona roja. ¿Será que sólo actúan en zonas V.I.P?
¿Estarían esperando que se cometiera otro crimen dantesco? Y, es qué, en verdad, esa zona está tomada por el hampa que ha transformado derechos en privilegios ¿Legalmente como
se denomina a quien se adueña de lo que no es de su propiedad? ¿A quién corresponde calificarle y castigarle?
Pues bien, sugerimos que se haga un censo de los inmuebles que han sido invadidos (¿resguardados?) por personas que son hasta profesionales universitarios. Que se averigüe quienes son sus ocupantes; ¿Cuál es su trabajo? ¿De dónde provienen los ingresos para su subsistencia? Podría asegurar que se encontrarían con muchas sorpresas.
Pero, es que la dignidad, la ética, la moral, la urbanidad, no se aprende en escuelas, liceos y/o en la universidades. Se llevan entre pecho y espalda cuando se aprenden en el comedor de nuestras casas; en las tertulias de familia; con la enseñanza que da el ejemplo de padres
responsables, lo demás es retórica. Gracias a Dios todavía quedan muchos venezolanos que pueden dar clases al respecto, y con su actitud lo han demostrado.
La Red de Instituciones Larenses, una vez más, hace un llamado a las más altas autoridades a quienes compete, para que se haga una minuciosa investigación y se castigue a esa pandilla de asaltantes.
¿O es qué no existe la gobernación del estado, Corpolara, el Ministerio Público, Defensoría del Pueblo, Policía del estado, Policía Bolivariana, Cuerpo Técnico de Investigaciones Civiles, Penales y Criminalísticas (C.I.C.P.C.) y, hasta una Guardia Nacional?
Organismos a quienes desde siempre hemos confiado el resguardo de nuestros bienes, de nuestra seguridad personal y porque no, hasta de nuestros sueños y esperanzas.
Nosotros, la Red de Instituciones Larenses, hemos hecho nuestra parte, hemos ejercido el derecho de cumplir con nuestro deber; cumplimos con nuestra responsabilidad pero con la limitante de no tener autoridad para implementar las acciones contra hechos aborrecibles,
desde todo punto de vista.
El rescate de la Seguridad Jurídica a través de la Justicia Honesta se hace perentoriamente necesario o la anarquía nos devorará.
La historia se escribe con mano firme y la justicia honesta nos observa. El 6D la energía estará en tu voto.
