El presidente venezolano, Nicolás Maduro, acordó el martes extender el estado de excepción a diez municipios de las regiones occidentales de Zulia y Apure como parte de las acciones iniciadas el mes pasado con el cierre de varios pasos fronterizos hacia Colombia y la deportación de más de mil colombianos indocumentados, decisiones que desataron una crisis entre Caracas y Bogotá.
Maduro dijo que decidió “activar el estado de excepción y los planes especiales» en los municipios Jesús Enrique Losada, Rosario de Perijá, Machiques de Perijá, la Cañada Urdaneta, Jesús María Semprún, Catatumbo y Colón del estado occidental del Zulia, y en Páez, Pedro Camejo y Rómulo Gallegos del estado suroccidental de Apure.
Durante la retransmisión de su programa nocturno “En Contacto con Maduro», el mandatario explicó que acordó extender la suspensión de algunas garantías constitucionales a esos diez municipios para hacer frente a los problemas de inseguridad y contrabando. Asimismo, decidió reforzar la presencia militar en esas zonas para “evitar provocaciones de aquel lado, mentiras y los falsos positivos».
Maduro cerró en agosto algunos pasos fronterizos y declaró el estado de excepción en diez municipios del estado suroccidental del Táchira. A inicios de este mes, el gobernante también cerró el principal paso fronterizo hacia Colombia en la región de Zulia y declaró el estado de excepción en los municipios de la Guajira, Mara y Almirante Padilla.
Las autoridades colombianas denunciaron en los últimos días que aeronaves venezolanas entraron durante el fin de semana en el espacio aéreo de Colombia, una acusación negada por Caracas.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, hizo un llamado al gobierno de Colombia para que “abandone este camino de los falsos supuestos» y dijo que jefes de Estado de Unasur se reunirán el 21 de septiembre para tratar la crisis fronteriza.
Bogotá envió el lunes una nota de protesta al gobierno venezolano para pedir explicaciones sobre la supuesta incursión aérea. La canciller colombiana, María Ángela Holguín, dijo a periodistas que “por ahora no hay respuesta» oficial a la queja.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, afirmó el martes durante una visita a la localidad fronteriza de Paraguachón, en La Guajira, que se han dado pasos importantes para un próximo encuentro con Maduro pero indicó que no quiere una reunión «sólo para la foto» sino para tomar decisiones de forma civilizada y respetuosa.
Sobre esto, Maduro dijo que tenía la impresión de que «el presidente Santos no se quiere reunir conmigo» y le reiteró la invitación a un encuentro.
“Usted sabe muy bien presidente Santos que los problemas de la frontera no se resuelven viajando apuraíto a Cucutá o a Paraguachón y diciendo que va a construir viviendas, que va a llevar agua (…) se resuelven con un plan», agregó.
Algunos países de la región ha promovido la reunión entre Santos y Maduro para lograr una salida a esta crisis.
Santos llegó a Paraguachón manejando una camioneta y caminó hasta las barricadas donde están agentes de la Guardia Nacional de Venezuela. En una de las imágenes más simbólicas desde que se inició el conflicto diplomático, el mandatario colombiano estrechó la mano de varios de los guardias venezolanos que miraban la escena a distancia. Uno de ellos le negó el gesto.
Localidades como Paraguachón o Maicao se han visto gravemente afectadas por el cierre de la frontera. Gran parte del combustible y alimentos que se consumen en la región provienen de Venezuela, donde se consiguen a un precio mucho menor.
El gobierno colombiano anunció un paquete de ayudas para este punto fronterizo, entre las que están la creación de mil puestos de trabajo, exenciones del IVA a los residentes, construcción de decenas de casas y puesta en marcha de un centro de acopio para garantizar la alimentación.
Las relaciones entre Venezuela y Colombia entraron en crisis luego de que el pasado 19 de agosto Maduro ordenase el cierre de algunos pasos fronterizos en Táchira, así como la deportación masiva de más de 1.000 colombianos sin residencia legal tras el ataque que sufrieron tres militares y un civil en una localidad fronteriza cuando realizaban operaciones contra el contrabando. De acuerdo con el gobierno venezolano, los asaltantes habrían sido paramilitares colombianos.
Las tensiones entre Caracas y Bogotá han provocado el éxodo de entre 15.000 y 20.000 colombianos que vivían en Venezuela y que han retornado a su país.
