Ningún actor ha cubierto todos los ángulos de la guerra contra las drogas, sus tragedias, la violencia, sus farsas, como Benicio del Toro.
Es una historia que ha seguido al actor nacido en Puerto Rico desde el comienzo: uno de sus primeros créditos fue la miniserie de NBC de 1990 Drug Wars: The Camarena Story.
Ha interpretado a adictos en rehabilitación (’21 gramos’) y otros que no se pueden recuperar (Fear and Loathing in Las Vegas). El pináculo de su carrera llegó con su actuación galardonada con el Oscar como un policía mexicano honesto en Traffic de Steven Soderbergh.
La cinta de suspenso de Denis Villeneuve, Sicario, (que se estrena en algunos cines de Estados Unidos el viernes y llegará a todo el país el 2 de octubre), Del Toro vuelve a estar del otro lado de la frontera, interpretando a un mercenario misterioso acompañado por un grupo de trabajo de la CIA que busca de manera encubierta a un capo mexicano.
“No sé cómo termina, pero todo lo que puedo decir es que soy un actor en esta ocasión», dijo Del Toro. “Las películas se inspiran en sus tiempos. Todas estas historias están en los periódicos».
Sicario, que debutó en el Festival de Cine de Cannes en mayo y tuvo su estreno norteamericano en el Festival de Cine de Toronto el viernes, ha sido aclamada por la densidad que pone Del Toro como un hombre oscuro al que sólo se le conoce como Alejandro. Dice poco, pero su presencia es de peso. “Nada sonará lógico para sus oídos estadounidenses, y dudarán de todo lo que hacemos», le dice a Emily Blunt quien interpreta a una agente del FBI menos experimentada.
“He estado en películas que creo que van a funcionar y resulta que no lo hacen. He estado en películas que pensé que no iban a funcionar y resulta que sí», dijo Del Toro. “Y debo decir que esta es una de esas en las que no sabía».
Villeneuve, el director quebequense de Prisoners, tenía más seguridad.
Del Toro “sabe mucho de ese mundo al estar involucrado en las películas y acercarse a la gente que estuvo inmiscuida en la guerra contra las drogas», dijo Villeneuve. “Para mí fue una fuente de información».
El director dijo que cortó el diálogo de Del Toro al darse cuenta que hacía más con menos.
“Fue muy sencillo, corté 99 o 95% de sus diálogos. La mayoría del tiempo era: `no digas nada, íacción!»’, señaló riendo Villeneuve. “Es alguien muy radical en cuanto a la autenticidad, cuando no siente algo no puede actuar. Tiene que venir de un entendimiento emocional profundo».
Para Del Toro, cuya familia se mudó a Pennsylvania cuando tenía 12 años, quedar frecuentemente involucrado en historias es algo que le parece sorprendente, pero es un tema por el que siente pasión.
“He hecho lo mejor posible para no repetirme», dijo. “He hecho muchos personajes que viven en ese mundo, la guerra de las drogas y el mundo de las drogas, pero esta tenía un ángulo diferente».
El actor de 48 años, cree que la legalización de las drogas debería ser considerada.