Uno de los fines de semana más violentos de la entidad larense dejó 16 crímenes registrados. Siete fueron cometidos en el municipio Iribarren, cuatro en Jiménez, dos en Torres, dos en Palavecino y uno en Simón Planas.
Los últimos crímenes fueron en el municipio Jiménez. En distintos hechos resultaron asesinados dos jóvenes.
El primero fue a las 9:30 de la noche del domingo, en el caserío Morón. Dos sujetos a bordo de una moto llegaron a una de las residencias de la casa, entraron y sin mediar palabra alguna le dispararon en repetidas oportunidades a Anderson Jesús García López, de 26 años de edad.
Una vez cometieron el crimen se fueron, García López, cayó sin vida en la sala de la vivienda. En el momento del homicidio, se encontraban sus padres, tres hermanos y su esposa con su bebé de apenas 6 meses.
Era el cuarto de siete hermanos.
Una tía que no quiso identificarse destacó que el joven no tenía enemigo alguno, se ganaba la vida trabajando en la avícola.
Comentó la dama que esa zona era sola, por un tiempo estuvo muy insegura, pero hacía tiempo que ya no tenían crímenes por el lugar.
Recordó que el 9 de julio del 2013, unos cuñados de García López fueron asesinados en la misma zona en el momento en que cobraban el rescate de un carro.
La víctima estaba solicitada por el Juzgado Cuarto de Control, desde septiembre del 2011.
El segundo crimen fue a la una de la madrugada del domingo, dentro del Bar Mi Casita, ubicado en el sector La Libertad. La víctima: Tailer José Álvaro Agüero (29), un sujeto entró y le disparó.
El mismo tenía antecedentes del año 2009, por el delito de porte ilícito de arma de fuego y del año 2010 por el delito de secuestro.