Una zuliana de nacimiento pero Barquisimetana de corazón, ella ha unido dos carreras y demostrado a todo el mundo como que se complementan de maravilla el Derecho y la Educación. Cambiando los estereotipos del abogado autoritario, ella cree y lucha por el resultado positivo de una solución pacifica
Ella es Nelly Cuenca de Ramírez, una mujer nacida en el Zulia que se muda a la capital a estudiar trabajo social, luego busca hacer un curso sobre desarrollo de la comunidad en la Universidad de Jusepin en Oriente, aquí conoce y se enamora de un barquisimetano, Alfredo Ramírez, quien la trae a esta ciudad crepuscular y así continúan sus días entre idas y vueltas hasta finalizar su carrera como abogada.
Luego de dedicarse a la carrera de docencia realiza una maestría en Educación, en donde su trabajo de grado fue la manera de optimizar el desempeño de los abogados en la resolución pacífica de conflictos. Cuencas de Ramírez venía estudiando el tema desde un tiempo atrás como consecuencia de una misma opinión de varios compañeros donde señalaban que el proceso judicial tenía que mejorar, debía humanizarse y ya se hablaba de la mediación, la conciliación, la negociación y el arbitraje antes del año 99. Justo en diciembre se aprueba la constitución para usarlos para hacer justicia, donde se dio la oportunidad perfecta para que los que creían en estos medios fuesen los pioneros.
Aprender a convivir pacíficamente
¿Qué la motivó a proponer la creación del Centro de Resolución de Conflicto?
El ser trabajadora social como profesión de origen y luego estudiar derecho me hizo darme cuenta de que no bastaba con saber derecho, porque en los tribunales la gente se confunde más de cómo entra y buscamos una alternativa para resolver esos problemas sin que fuera a través de los tribunales debido a los altos costos, y el trabajo social me enseñó a ser más compasiva, misericordiosa y a preocuparme por la gente, pensando además en la lentitud de los procesos y con ello la incertidumbre.
¿Qué logro profesional ha marcado su vida?
Hubo dos cosas trascendentes en mi vida, haber sido la hermana mayor de 14 hermanos y que me haya tocado desempeñarme en mi trabajo a tan temprana edad. Eso me dio la fortaleza y la seguridad en mí. También me llena muchísimo de orgullo El Centro de Resolución de conflictos, que es una de las cosas más importantes que he hecho en mi vida y por lo que me gustaría que me recuerden.
Barquisimetana de corazón
Para usted, ¿Barquisimeto es…?
Tengo más años en Barquisimeto que en el Zulia donde nací, esta ciudad es mi vida académica.
¿Qué representa para usted la Divina Pastora y los Cardenales de Lara?
A pesar de ser Evangélica respeto muchísimo a la Divina Pastora y mi esposo rinde culto a ella y lo acepto. En cuanto a los Cardenales de Lara, son escritores de la historia de Barquisimeto.
Nombre a un Barquisimetano inolvidable
Esta ciudad posee gente muy importante, pero la historia de Macario Yépez es algo que describe a Barquisimeto.
¿Con qué sabor y olor relaciona a Barquisimeto?
El mondongo de chivo me tele transporta a la ciudad.
Para usted, ¿Cuál sería un lugar emblemático de la ciudad?
Su catedral y el obelisco.
¿Qué le sobra y qué le falta a Barquisimeto?
Le falta teatro y diversas actividades culturales. En referencia a lo que le sobra, creo que no sobra sino lo destacado de la educación en esta ciudad.
¿Qué le regalaría de cumpleaños?
Una varita mágica para convertirnos a todos en constructores de paz, para hacer de esta ciudad cada día mejor.
¿En qué se diferencian los guaros del resto de los venezolanos?
Una persona con un cuatro ¡Ese es Barquisimetano!
Un paisaje emblemático de estas tierras
Los paisajes de Villalón son Barquisimeto puro.
¿Con qué canción identifica a la ciudad?
Noches Larenses.
“No hay nada que no pueda hacer porque me lo probé a mí misma”
“De todo hay en la viña del señor, hay abogados que no son tan buenos y abogados que hemos hecho de la profesión una oportunidad para servir”
