Luego de conocerse la condena a casi 14 años del líder de Voluntad Popular, el influyente Washington Post le dedicó su editorial. Se reproducen fragmentos:
“A menudo hemos escrito sobre juicios políticos sesgados que parecen ser cada vez más comunes como mecanismo de represión en países no democráticos, que intentan mantener una apariencia de respetabilidad internacional. En los últimos meses hemos visto a periodistas y a activistas políticos cínica e injustamente enviados a la cárcel en Azerbaiyán, Egipto, Rusia y otros países. Pero por su descaro, nada iguala lo que le ocurrió este jueves al líder opositor Leopoldo López quien fue condenado a casi 14 años de prisión.
(…)El régimen respondió a los discursos del señor López arrestándolo en febrero de 2014, acusándolo de ser el responsable de los enfrentamientos que se produjeron después de una manifestación a pesar de que no estaba presente cuando se produjeron. Para desestimar sus claros llamados a la no violencia, el gobierno afirmó que los tuits del Sr. López contenían “mensajes subliminales” que inspiraron los actos violentos.
Luego vino el juicio, que fue cerrado a los periodistas y observadores independientes. (..) Luego el señor López sólo tuvo tres horas para su defensa. Entonces ella (la juez) sentenció la pena máxima solicitada por la fiscalía. (…) Fue nada más que un crudo espectáculo de propaganda y un dispositivo para encerrar a un oponente que el régimen teme inmensamente”.