La selección de baloncesto masculino de Venezuela coronó la proeza de la clasificación a sus segundos Juegos Olímpicos, los de Río 2016, con un inédito título continental en el Preolímpico FIBA Américas México 2015, al derrotar en la gran final a la experimentada selección de Argentina, 76-71, en el Palacio de los Deportes de Ciudad de México.
Los “Conquistadores de América”, como les han llamado para distinguirse de los “Héroes de Portland” que en 1992 fueron subcampeones ante el “Dream Team” de Estados Unidos, han pedido permiso a la “Generación Dorada” de Argentina para tomar su propio espacio en la repisa de trofeos del continente.
Fue su tercera medalla a nivel continental, ya que además de la de plata en Portland, obtuvieron un bronce en el Premundial de República Dominicana 2005.
A pesar de que Argentina comenzó con una corrida de 11-0 y llegó a estar adelante 13-2, un timeout en el que García le recordó a sus dirigidos que “había empezado la final de América”, les permitió mejorar y cerrar más cerca los primeros diez minutos, 20-13.
Nocioni y Scola lucían gigantes en la pintura con su oficio, pero Venezuela comenzó con un 6-0 y no dejó anotar a los gauchos por tres minutos. Empató el juego (22-22) y tomó el control luego con par de tiros libres de David Cubillán al filo del descanso (30-28).
Pese al mal porcentaje de triples (10-1) y un mal momento en cuanto a la relación de asistencias y pérdidas, Venezuela confió en Heissleer Guillent y se fajó, aunque en el tercer parcial su rival se ubicó al frente, 52-49.
Una seguidilla de 8-0 para los criollos, coronada por Néstor Colmenares y John Cox, puso arriba a Venezuela (57-54). Argentina lo peleó pero Guillent comenzó a crecerse hasta poner ventaja de cinco (63-58). Facundo Campazzo acercó a los suyos de nuevo (65-64). Con el juego 73-71 y seis segundos por jugar, Gregory Vargas recibió foul, anotó uno de dos (74-71) y tras un yerro argentino, John Cox sacó la falta y remató la faena (76-71). El continente se tomó un sorbo de buen vinotinto y Venezuela le cambió el rostro a la historia de su baloncesto para siempre. Salud, campeones!