Edilio López, cronista del municipio Iribarren se reunió por tercera vez, con los diez cronistas parroquiales para darle la última revisión al Proyecto de Ordenanza del Patrimonio del municipio.
El documento que cuenta con 67 artículos, fue revisado por los cronistas desde el artículo 44 hasta el 67, la fase final.
“Vinimos a hacer las modificaciones que creamos convenientes, a escuchar las opiniones y estudiar cada artículo para luego ir con una sola voz a los organismos con competencia” manifestó López.
El instrumento jurídico está enfocado en la defensa y conservación del patrimonio local declarado por el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), que es el órgano rector de carácter nacional en materia de patrimonio cultural.
Pero además, la ordenanza, cuya estructuración tardó un año, ofrece la posibilidad de hacer declaratorias de patrimonio municipal.
“Fundamentalmente se ha tomado en consideración el casco histórico de Barquisimeto pero también tenemos obras valiosas en Tamaca, Aguedo Felipe Alvarado y Cují, por ejemplo, así como en el resto de la ciudad” comentó el cronista.
López contó que en la redacción y primera revisión del proyecto también participaron artistas, sociólogos y “la gente del pueblo”. Eso se combinó a trabajos que tenía el IPC y escritos de Ramón Querales, antiguo cronista municipal.
En noviembre del 2014 el proyecto fue presentado en la Cámara Municipal, por el concejal Francisco Carmona y la concejala Marta Leal. “La recepción ha sido buena, pero todavía estamos esperando que se discuta” dijo.
A partir de esa presentación inicial, comenzó la propagación de la información hacia otros órganos locales y comunidades, con la intención de que los barquisimetanos conozcan la ordenanza y la defiendan.
El regalo para la ciudad
Edilio López expresó, a propósito del 463 aniversario de Barquisimeto a celebrarse el próximo lunes, que el regalo ideal sería que “en nuestros corazones se abriera la necesidad y la querencia de amar esta ciudad, que está descuidada”.
El miércoles, López estuvo junto a su equipo en Las Ruinas de Buría, donde se dice que se fundó la ciudad en 1.552 y “eso está siendo comido por el monte, hay desidia y no quisiéramos que la indolencia marque el destino de toda la ciudad, por eso hay que quererla” finalizó.