Una de las preocupaciones que más se han acentuado en nuestro país y que está causando estragos, malestar, dolor, depresión y desmotivación, es la desintegración familiar, que afecta incuantificablemente a un alto porcentaje de trabajadores venezolanos pacíficos, de buen vivir, que sólo piensan en producir al lado de su familia como de costumbre.
De vez en cuando paso revista en todo el territorio nacional, gracias a que tengo amigos, compadres, familiares y muchos conocidos en todo el país de grata recordación. Gracias a esta revista he podido recopilar información de muchos hogares que con mucha tristeza y dolor comentan lo siguiente: aquí en mi casa quedamos pocos, mis hijos y nietos están en diferentes países, siento un gran vacío, es difícil para todos pues éramos muy unidos. Me han comentado también que en la mayoría de los hogares varios de sus integrantes están aportando esfuerzos y juventud a otros países, después de tener tantos proyectos aquí. Te imaginas la tristeza en que vivimos al no ver lo que más queremos, nuestros descendientes, por Dios, cuándo nos reencontraremos para volvernos abrazar, todos unidos y salir de este abismo donde hoy nos encontramos.
Todos sabemos el dolor que causa la ausencia de un miembro del entorno familiar, aunque las circunstancias y las razones las conocemos, muchos padres prefieren convivir con la tristeza en busca de la seguridad y el porvenir de sus hijos, que fingen alegría sin estarlo cuando los hijos se marchan, esas son cosas que el corazón no entiende pero es la realidad que vivimos, sabemos que es un esfuerzo extra humano demostrar una fingida valentía de adentro hacia fuera, pero que valga la pena por el bienestar de nuestros seres queridos. Aunque se les desgarre el corazón y no puedan entender los padres se preguntan: qué fue lo que nos paso Dios mío, si nuestros proyectos están aquí y es aquí donde debería ser el progreso de mis hijos, en esas separaciones del calor familiar no hay valentía posible no creo que no haya una sola persona por dura que sea que no se aguarape al reinar en el hogar el silencio, la soledad y brillan por su ausencia las regueras y rubieras.
Los cuartos vacíos, las sillas del comedor igual, el estar lugar de conversatorio en silencio, y en el hogar una permanente queja de ¿quien me quito mi calor?, los padres y abuelos imaginan el vacio del oír el abrir y cerrar las puertas, los crujidos de las paredes al estremecerse por la soledad y a dúo surge la acostumbrada pregunta perdóname Dios, que es lo que he hecho, que tan grave es mi pecado para merecer estar tan lejos de mis hijos, lo mas preciado que tu me has dado para vivir, trabajar, envejecer y morir cerca de ellos.
Por tal motivo en mis reflexiones en positivo no cesaré de desearnos el bien unos a otros y mis permanentes ruegos para que el amor y la paz nos vuelvan a unir, unión de todos sin distinción, no es solo un grupo que va conseguir unirnos para buscar coincidencias dentro de la discrepancia. Debemos imponer la voluntad del bien sin fracturas convencido de que el país es uno solo y la lucha debe ser por el bien de todos, unidos darle un parao a los malhechores evitando las confrontaciones, que nadie se considere ganador, que cesen los insultos y triunfen las buenas ideas, el respeto, aportar todo lo positivo en busca de la equidad sin perder la fe de que un triunfador siempre consigue las oportunidades donde los demás ven dificultades, no olvidemos algo que leí de Juan Banes: “Nunca la noche vence el amanecer y nunca los problemas vencen la esperanza”. Sin olvidar que quien cultiva el odio se destruye así mismo y jamás debe ser, nuestro propósito debe ser la unión y la paz es lo que todos deseamos.
El día 9 del mes en curso cumplí 17 años escribiendo mis Reflexiones en Positivo y doy las gracias a mis lectores que me han estimulado para seguir escribiendo y al maestro de maestro que me enseño las primeras letras y hoy aun me sigue enseñando, gracias mi querido diario EL IMPULSO por el espacio que me concede para compartir Mis Reflexiones.
nidos todos por la Paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país…
@JGMendozabargto