Especializado en la energía eléctrica, Maxwell, calculó la velocidad de propagación de las ondas electromagnéticas; de esto, dedujo la teoría electromagnética de la luz. Podemos explicarnos así, la energía en la materia de las ondas electromagnéticas. Y también el fenómeno de la emisión y de la propagación de la luz, por la velocidad de las ondas electromagnéticas de la energía. De modo que la velocidad de la energía queda confirmada por estas investigaciones de Maxwell. Pero como la luz es visible y la energía no, la luz diurna emitida por el medio gaseoso del aire atmosférico, entonces se le atribuye la velocidad a la luz. Una característica de la energía es que siempre se desplaza en línea recta, aspecto éste que también se le atribuye a la luz.
Pero después de insistir en un experimento que repetimos tantas veces, estamos en capacidad de exponer con conocimiento de causa, que la velocidad es de la energía no de la luz.
Todos creemos saber que la velocidad del sonido se cuantifica en metros por segundo. Algo así como 340 metros por segundo. Y que la velocidad de la energía, velocidad atribuida a la luz, es de 300.000 kilómetros por segundo. A una distancia de 750 metros, hemos emitido sonidos naturales controlados tanto en la emisión como en la recepción y el tiempo invertido por los sonidos naturales hasta el lugar de recepción se concretó en la referida distancia en 2 segundos y 2
décimas de segundo: (2,2).
Ahora bien, para la misma distancia: 750 metros se han hecho emisiones de los mismos sonidos, pero por medios electrónicos: radio y TV. (es decir, hemos intervenido el sonido natural para que se desplace por los medios electrónicos en donde impera solamente la energía. Y el resultado obtenido por estos medios electrónicos, en todo momento en que repetimos el experimento fue: 0,00025 cero, coma, veinticinco cienmilésimas de segundo; la velocidad de la energía atribuida a la luz.
La diferencia entre la velocidad del sonido natural por el medio natural con respecto a la velocidad de ese mismo sonido por medios electrónicos es sustancial. El sonido a la velocidad de la energía y no de la luz, como siempre se ha creído, acelera su movimiento de desplazamiento a 300.000 kilómetros por segundo, en relación con los más o menos 340 metros por segundo de la velocidad atribuida al sonido natural. De modo que éste experimento aclara que la velocidad atribuida a la luz es, en realidad, la velocidad de la energía.
No descartamos que los errores se hayan colado en el experimento, pero lo que se quiere demostrar que es la velocidad de la energía no tiene objeciones.
@carlosmujica928