En algunas urbanizaciones de Palavecino también se evidencia el corte indiscriminado de árboles, y quienes son testigos de los daños ocasionados en los ecosistemas señalan que no hay supervisión por parte de las autoridades.
“Los árboles son más que madera, son vida, oxígeno y embellecen las áreas con su manto verde. Da tristeza
que los derriben sin justificación”, manifestó una vecina de La Mora al comentar que un espacio de la
comunidad fue talado hace poco.
En Venezuela, dice, no existe cultura de preservación. En consecuencia se producen ecocidios con frecuencia. Nadie sabe adónde van a parar esas ramas, si las lanzan en una quebrada, las queman o llevan al área de los residuos vegetales del vertedero de Pavia, expresó la dama indignada.
Recordó que cualquier especie merece cuidados, además del mantenimiento que debe garantizar la municipalidad anualmente. Los ciudadanos también están en el deber de contribuir con el cuidado, pero a veces tampoco lo hacen.
“Si se retiran árboles de un lugar lo lógico es que sean nuevamente sembrados en espacios de recreación,
como los parques o plazas” concluyó la entrevistada.