Habitantes de los municipios fronterizos temen que el cierre del paso hacia y desde Colombia, se prolongue hasta el año próximo, de acuerdo con el resultado de reuniones con la autoridad militar única para la Zona de Seguridad N° 1, general Carlos Martínez, en las que participaron los sectores comercial e industrial, según reseñó El Nacional.
“Nos dijo que estuviéramos preparados hasta enero en esta situación y que nos hiciéramos a la idea del cierre de frontera hasta ese mes, por el momento”, dijo el concejal Nacho Hernández, del municipio Pedro María Ureña.
Por su parte, el concejal Francisco Rincón, de Junín, señaló que esa localidad no suele tener mucho comercio pero que buena parte de ese sector optó por dar vacaciones colectivas a sus trabajadores, porque no tienen qué vender. “Los empleados han estado en sus casas tratando de sobrevivir con lo poco que pudieron hacer entes del cierre”.
Representantes de Fedecámaras-Táchira manifestaron que las ventas están por el suelo porque los colombianos no acuden a comprar y tampoco los venezolanos de otros estados, que viajaban a San Antonio y a Ureña con el fin de adquirir mercancía.
Afirman que los despachos de alimentos no son suficientes. Las personas llegan temprano a los establecimientos para ver qué pueden comprar según el terminal de la cédula.
En el sector La Invasión, donde hay 5 barriadas cunde la incertidumbre. Casas de colombianos y venezolanos que siguen en pie están marcadas con la letra “D” (que significa “demoler”).
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