A eso de las 5:00 de la madrugada se escuchó una detonación en el sector 4 de La Apostoleña, al oeste de Barquisimeto. Ningún vecino se atrevió a salir para enterarse de lo ocurrido, no fue sino hasta el amanecer cuando se percataron que en la casa de José Luis Ramos Vanegas, ubicada en la calle Las Terrazas, manzana F, estaban funcionarios policiales.
El hombre de 27 años de edad fue asesinado de una descarga de escopeta mientras dormía en su cama, murió al instante. José Luis estaba separado de su esposa y madre de su hija desde hace nueve meses, ella se fue y él se quedó viviendo solo.
Aunque los habitantes de la zona contaron que recientemente le estaba dando alojo a un hombre y según trascendió, la víctima y él compartieron unas cervezas la noche anterior; en la casa quedaron algunas botellas partidas y otras aún con líquido pero en el momento en que los funcionarios policiales llegaron, el sujeto ya no estaba.
Ramos Vanegas quedó acostado boca arriba, vestía bluejean, estaba sin camisa y descalzo. En la región parietal izquierda podía percibirse el orificio causado por la descarga de escopeta.
La madre del occiso, quien vive a pocas cuadras, estaba sentada en el porche de la vivienda y lloraba desconsolada mientras los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) realizaban la inspección de la casa.
Se supo que el atacante no forzó ninguna puerta pero la habitación estaba desordenada “como si hubiesen revisado todo”, contó la cuñada de la víctima.
Era trabajador de la Nestlé
José Luis trabajaba como conductor de la Nestlé de Venezuela, manejaba un camión encava de esa distribuidora de alimentos y algunas veces realizaba rutas hacia otros estados del país.
La casa donde actualmente estaba viviendo era de sus padres, pero se la dejaron a él para que se instalara con su familia.
Era el segundo de cuatro hermanos Ramos Vanegas y deja una niña de dos años y medio en orfandad. “Esa pequeña era la luz de sus ojos, siempre fueron muy apegados. Ah mundo, ahora qué le vamos a decir cuando pregunte por su papá”, se lamentó un familiar.
Efectivos de la policía científica colectaron dos cápsulas de escopeta como evidencia del crimen. Las averiguaciones iniciaron para dar con el paradero del supuesto amigo quien estaba alojado en la vivienda pues es el primer sospechoso.
Conmoción por el crimen
Los habitantes del sector 4 de La Apostoleña contaron que en la zona son frecuentes los atracos y robo de motos pero “por aquí no habíamos visto que mataran a nadie y menos dentro de su casa” manifestó una vecina.
Decenas de curiosos, incluso niños, se mantuvieron cerca de la furgoneta del Cicpc para presenciar el momento en que retiraron el cadáver para trasladarlo a la morgue.
