En el mes de junio la tarifa mínima de los servicios de taxis libres en Barquisimeto era de Bs. 200, en específico para las rutas cortas. Hoy esa cifra no baja de Bs. 350, lo que se traduce en un incremento de 75% en tres meses.
El costo de un servicio o carrera, como se le dice en la región, resulta casi impagable para las rutas más largas (supera los 450 bolívares), por ejemplo un viaje de Barquisimeto a Cabudare o viceversa.
Una persona de sueldo mínimo (Bs. 7.421,68), debe invertir un día y medio de salario para poder costear la cifra mínima de un traslado que no supere 20 minutos de recorrido.
Los usuarios del servicio optan por solicitar rebajas en el precio o por hacerse amigos de los taxistas para conseguir precios accesibles. Sin embargo, en un sondeo realizado a los ciudadanos se conoció que muchos han optado por utilizar el servicio de transporte público, cuyo costo es de Bs. 15 en días hábiles y Bs. 20 los feriados y fines de semana, pese al riesgo latente de ser víctimas de la inseguridad.
Ana Lucía Reyes dijo que no utiliza el servicio desde el pasado mes de julio. “Se me dañó el carro y en varias ocasiones debí acudir a un libre para buscar a mi hija al colegio, el costo era altísimo frente al salario que devengo y los taxistas alegaban el incremento constante de los repuestos para mantener el vehículo”.
Miguel Flores considera por su parte que además del alto precio, el servicio y confort de muchas unidades ha desmejorado, por ejemplo: muchos taxis andan sin aire acondicionado.
“En una oportunidad un taxista me dijo que creía que el oficio dejaría de ser rentable en poco tiempo, debido al precio y la escasez de los cauchos, las baterías, entre otros repuestos”.
En la región no existe un ente que se encargue de fiscalizar al sector, que fija las tarifas en reuniones realizadas por las asociaciones de taxistas en las que se toma en cuenta el costo de repuestos y las distancias del servicio.