«¡Buenas noticias! Habilitado el corredor humanitario en la frontera para que los niños regresen a clase», informó vía Twitter la cartera de Educación en Colombia.
Permitir el paso de los menores fue una de las «condiciones» que el presidente Juan Manuel Santos impuso el jueves para reunirse con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, con el fin de solucionar la crisis fronteriza que tensa las relaciones bilaterales desde hace tres semanas.
«Es un gran paso, los dos presidentes tendrán que conversar en su momento. Todos los que vivimos en la frontera esperamos esto», afirmó en entrevista con Blu Radio Alejandro García, alcalde del municipio venezolano de Ureña, limífrofe con el colombiano de Cúcuta.
Así, por el puente internacional Simón Bolívar -cerrado por orden de Maduro-, se espera el tránsito de entre 1.000 y 1.500 niños que, aún residiendo en Venezuela, estudiaban en Colombia, agregó García.
Para sostener un diálogo con Maduro, Santos pidió además permitir el ingreso de 15 camiones a territorio venezolano para que los cerca de 1.300 deportados colombianos puedan recuperar sus pertenencias, así como el respeto de los «protocolos mínimos» para la expulsión de estas personas de su territorio.