La crisis fronteriza entre Colombia y Venezuela deja ya más de 16.500 colombianos afectados, entre deportados y quienes han retornado por miedo a serlo, informó este viernes la oficina humanitaria de la ONU en Bogotá.
«Al menos 1.355 personas han sido deportadas hacia Colombia desde el 21 de agosto a través de las fronteras de (los departamentos colombianos de) Norte de Santander, Arauca y La Guajira», mientras que las personas retornadas llegan a 15.174, informó en su más reciente balance la oficina de Naciones Unidas para asuntos humanitarios.
El organismo advirtió además que la cifra «puede seguir aumentando» y que el epicentro de recepción sigue siendo Norte de Santander (noreste), que limita con el estado venezolano de Táchira, donde el presidente venezolano Nicolás Maduro ordenó el cierre parcial de la frontera.
Entre quienes regresaron a Colombia, se encuentran además 709 víctimas del conflicto armado interno de más de medio siglo, agregó el informe citando cifras oficiales.
La crisis bilateral comenzó el 19 de agosto con el cierre parcial de una zona limítrofe, tras un ataque a militares venezolanos durante una operación anticontrabando, que Maduro atribuyó a «paramilitares colombianos».
La tensión aumentó hace una semana, cuando ambos países llamaron a consultas a sus embajadores en medio de denuncias de violaciones a los derechos humanos de los damnificados.
Ambos países comparten una porosa frontera de 2.219 km, en la que denuncian la actividad de grupos irregulares que se lucran con el contrabando de combustible y otros productos altamente subsidiados por el gobierno venezolano.