El sector cañicultor se encuentra a la espera del pago de compensación por diferencia entre costos de producción y de precio, que el Gobierno venezolano comprometió para la temporada 2014-2015 de caña de azúcar. El monto sería próximo a los Bs. 6.200 millones, si se calcula con base en unas 400 mil toneladas de azúcar.
Así lo relató el presidente de la Federación Nacional de Asociación de Cañicultores (Fesoca), José Ricardo Álvarez, quien si bien recordó en enero del presente año, que no podían tener una ganancia inferior a Bs. 21 por kilogramo de azúcar de venta al público, en la actualidad sólo han percibido entre Bs. 12 y Bs. 13.
“Pero el subsidio no se ha dado, seguimos en conversaciones… pasa el tiempo y no terminan de tomar una decisión al respecto… Hasta el momento el impago de la compensación representa una pérdida al productor”, manifestó.
En tal sentido, señaló que si la situación no es revertida próximamente, “es probable que la venidera zafra sea desastrosa”.
Apuntó que no ha sido planteado el monto que solicitarán se les reconozca para el periodo 2015-2016, debido a que no se ha celebrado el Seminario de Costos de Producción del Sector, ni ha solventado la problemática expuesta.
A esto sumó que el pasado año “quedó en promesa” la importación de repuestos para el sector a tasa preferencial, los cuales aún no han sido recibidos, razón por la cual algunos productores cubrieron sus gastos con dólares paralelos, por ser los únicos disponibles en el mercado.
“Si no llegan para la venidera zafra, no se podrán reponer las máquinas, porque están en muy mal estado”, comentó.
Respecto a las políticas a aplicar para la recuperación del rubro, exhortó al Gobierno a reconocer el pago pendiente a los productores de caña de azúcar y se importen los repuestos de las cosechadoras, tractores y camiones, con la mayor prontitud posible.
Productores en Lara
Por su parte, Jorge Luis Pichardo, gerente de la Asociación de Cañicultores de Torres (Socatorres), apuntó que la situación del sector es “sumamente compleja”, puesto que el Ministerio de Agricultura no se ha ocupado de casos puntuales, como fijar el precio del azúcar, ajustado a la realidad de producción, y el ya mencionado pago de un subsidio ofrecido por el Gobierno. Esto a pesar de que el sector está próximo a concluir la temporada.
Agregó además que los equipos de cosecha no han podido ser reparados para la zafra que inicia el próximo mes de noviembre (2015-2016), por lo cual temen que sea imposible arrancar en Lara.
A esto sumó que el sector de la molienda, también exige sea revisado el valor de su servicio, el cual depende de la revisión del precio ajustado para pago a los productores de caña de azúcar.
Sobre este respecto, Dioli Sira, presidente de la Asociación de Pequeños y Medianos Productores Socialistas (Asocaña), se declaró molesto por la situación de las centrales azucareros, lo que deja “al campo desasistido”.
“Esto está abandonado”, dijo Sira, quien se declaró “chavista de corazón”. No encuentran insumos, los canales de riego no funcionan y tampoco consiguen repuestos para la reparación de la maquinaria.
Dijo desconocer el paradero del monto a pagar a los cañicultores por concepto del subsidio, y advirtió que se sólo en Morán se han perdido más de 50 mil toneladas de caña de azúcar.
Aseguró que si existen miles de hectáreas sin sembrar, es a consecuencia de la falta de maquinarias.
Sira señaló que debido al impago de subsidio, desconocimiento de la estructura de costos real y problemática en los centrales, que deja la caña de azúcar en el campo, numerosos productores adeuda múltiples créditos.
En tal sentido, indicó que los cañicultores fueron censados cuatro años atrás, para la inclusión en el sistema de pensiones y aún no han recibido el beneficio.
Una propuesta de precio
El público paga por el kilogramo de azúcar Bs. 26, 57, lo cual en opinión de Pichardo es deficitario. Piden que el monto, “al menos” sea duplicado.
Aseguró que proponer un precio del producto es complejo, debido al constante incremento en la producción, no sólo el rubro en particular, sino en múltiples sectores.
En tal sentido, considera conveniente una revisión continua de los mismos, a fin de no generar pérdidas a los productores.