Si el desabastecimiento nos agobia, la inseguridad tampoco da tregua. Nuestra calidad de vida está por el subsuelo. Así lo comprobó la semana pasada Maryorit Peroza, cuando acudió al Registro Civil de la parroquia Unión, ubicado en la Zona Industrial I de Barquisimeto, para sacar una partida de nacimiento. El trámite fue rápido, no tardó más de 15 minutos. El problema fue que al regresar a su vehículo, que estaba estacionado frente al sitio, e intentar prenderlo, se dio cuenta de que la batería había desaparecido.
Ya conocemos el drama de conseguir repuestos para el carro. Dos de mis seguidores en las redes sociales, me aseguran haber pasado aproximadamente 30 horas en cola para poder adquirir una batería. Entonces los delincuentes no solo roban un objeto, sino también el dinero que costará reponerlo, más el tiempo que se perderá en la espera y el peligro de hacer cola de noche en plena calle.
Conversando con los vecinos de la zona, a Maryorit le comentaron que no es la primera vez que este tipo de cosas ocurre en el lugar. “El otro día se robaron una batería y una moto” le aseguraron.
Cabe resaltar que al lado de ese Registro Civil se encuentra una sede de Imaubar, la cual tiene un amplio estacionamiento, el cual podría ser utilizado por los usuarios del Registro cuando van a hacer sus trámites y así evitar este tipo de incidentes. Desde acá, insto a ambas oficinas a realizar acuerdos en este sentido. Se necesita el trabajo en conjunto de los diferentes organismos para el beneficio de la población.
El llamado es también para los cuerpos de seguridad, pues la vida y los bienes del ciudadano están a merced total del hampa. ¿Quién responde ante tanta anarquía?