La imagen televisiva de civiles, especialmente mujeres y niñas huyendo de los extremistas islámicos en Siria e Irak, recordó a los televidentes el calvario vivido por las mujeres, ancianos y niños, en cualquier guerra. El ISIS o Estado Islámico, financiado y armado por servicios secretos de oriente y occidente que se adjudican a sí mismos la tarea de mantener encendidas las guerras en cualquier parte del mundo,para garantizar la paz. Una “paz” sostenida con pinzas por cuanto está sujeta a la multiplicidad de intereses que gobiernos y países de aquende y allende. Y a las matrices de opinión creadas por los medios de comunicación.
Dos libros muestran opiniones divergentes frente al terrorismo islámico, orígenes y consecuencias. El primero, de Cesar Vidal, historiador y novelista español: “España frente al Islam. De Mahoma a Ben Laden”, parte del principio de que a diferencia de otras culturas, el Islam ha estado presente en la española a partir de la invasión árabe, que diera lugar a 8 siglos de permanencia antes de su expulsión. Tema traído a colación por las recientes oleadas de migrantes africanos a través del mar, vistas por el autor como portadoras de un inquietante“ colorido islámico”. La participación de España en los conflictos bélicos en donde dicha “coloración” existe, la colocaría en situación de riesgo de sufrir atentados terroristas.
En rápida enumeración histórica, insiste en señalar que dichos contactos siempre fueron “encrespados y duros, bélicos y agresivos” y que debe hacerse“referencia a su enfrentamiento multisecular, a vida o muerte, con el Islam.” En fin, que rechaza las posiciones de tolerancia propuestas por lo “políticamente correcto” y llama al conocimiento de la historia para mantener “una lucha dura pero, a fin de cuentas, indispensable para salvaguardar nuestra sobrevivencia”.
El otro libro, “Estados peligrosos. Oriente Medio y la política exterior estadounidense”, es muchísimo más interesante por no ser lineal ni descriptivo, sino producto de la confrontación de ideas que no siempre a veces andan en la misma dirección pero alcanzan altos niveles de información y análisis, a partir de la variedad de experiencias y profundidad de sus conocimientos. Se trata del diálogo entre Noam Chomsky y Gilbert Achcar, quienes pidieron a Stephen R. Shalom servir de moderador, grabador y editor en una conversación cuya grabación demandó 14 horas.
Puestos de acuerdo sobre las cuestiones a tratar que mostrasen los factores subyacentes y las reflexiones respectivas,conscientes de que los acontecimientos en Medio Oriente se desarrollan a millón, se propusieron aportar al lector un análisis de las principales fuerzas en litigio y el modo crítico de abordarlas. Para los analistas, no puede tratarse el tema sin tomar en cuenta, los intereses e intervenciones de las potencias extranjeras en la región y en particular, en años recientes, la estadounidense.
¿Los temas? El terrorismo, abordado por Chomsky desde el 81, es discutido desde sus grados de amenaza y modos de afrontarlo;las“conspiraciones”, desestimadas por considerarlasinverosímiles y sin fundamentación lógica, ni argumentativa, son vistas como cortina de humo, para distraer la atención de la ciudadanía norteamericana sobre temas reales no afrontados, como el posible ataque con armas nucleares.
El fundamentalismo y sus razones; la pérdida de democracia en los conflictos bélicos; la política exterior de los EEUU, el peso del petróleo y el llamado“lobby israelí”. El antisemitismo, la islamofobia y el racismo antiárabe, son temas tratados a partir de conflictos específicos, como el de Afganistán después del 11 de septiembre, Irak, los Kurdos en Irak y en Turquía, conflictos en Irán y Siria o Israel y Palestina. Se añadió la documentación necesaria para orientar al lector.
Estudios realizados por el Consejo Nacional de Inteligencia de los EEUU, prevén para un buen número de países, la inestabilidad financiera crónica, cuyo efecto, “Fomentará el extremismo político, étnico, ideológico y religioso, junto con la violencia”. Lo que lleva a pensar a ambos interlocutores que las medidas internacionales tomadas, generan a su vez, efectos, para los cuales se desarrollan medios más brutales para reprimirlos. Para Achcar, el antídoto no es la represión, sino “Justicia política, imperio de la ley, justicia social y económica.”
Cristales distintos y miradas diferentes, diálogos como este, demuestran que la rapidez de los acontecimientos tratados obliga a manejar información actualizada y mirada profunda a la hora de entender, que aún siendo lejano el medio oriente, nos concierne y mucho, especialmente en un mundo globalizado donde el belicismo y la intolerancia se imponen.