Este jueves en pleno centro de Cabudare, calle La Cruz, se formó una concurrida cola de personas que esperaban tener acceso a algún paquete de caraotas, este grano tan criollo que ahora, con la escasez, se convirtió en un preciado bien. Quienes distribuían el producto eran unos funcionarios de la Guardia Nacional en un camión que se estacionó en el sitio. Las fotos y el reporte los envían mis colegas Juan Brito vía Whatsapp y @LuisPerozoPadua por Twitter.
Si no podemos satisfacer una de las necesidades más básicas de un individuo, como lo es la alimentación, ¿qué podemos esperar para con el resto de nuestros derechos? Las vejaciones contra el pueblo venezolano alcanzan y sobrepasan nuevos límites cada día.
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