La alegría reinó este martes en el Conservatorio de Música de Barquisimeto.
Padres y maestros emocionados aguardaban por los 25 niños larenses que integran la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela, agrupación compuesta por 200 infantes venezolanos que se presentó en el teatro más importante del mundo, La Scala de Milán, bajo la dirección de maestro Gustavo Dudamel.
Las emociones se desbordaron cuando el autobús que trasladó a los pequeños llegó a casa; a eso de las 11 y 45 de la mañana. Venían de Caracas.
El reencuentro con los padres, familiares, amigos y profesores resultó maravilloso; todos aplaudían, gritaban, se abrazaban y estrechaban, llenos de orgullo y amor. Desde los primeros días de agosto padres e hijos no se abrazaban, por lo cual hubo largos y prolongados apretones familiares.
De pronto, el cansancio de un largo viaje desapareció. Los pequeños músicos bajaron del autobús luciendo el tricolor patrio; otros se mostraron más frescos. Todos se sorprendieron con las pancartas Orgullo Nacional y Bienvenidos, que se leían en la entrada principal de la institución.
“Son los niños de oro de Venezuela, por representar al país en cualquier parte del mundo”, expresó Karmelín Acosta, representante del niño Carlos Daniel Adan, de Simón Planas.
Gary Núñez, músico de la Sinfónica de Lara y coordinador, apuntó que es realmente significativa la participación larense.
“Es un lujo para el país y el estado”.
Alfredo D’ Addona, director de la Sinfónica Juvenil de Lara y coordinador regional, indicó que la crítica fue de gran provecho para los músicos.
“Fue muy bien visto, que una orquesta y coro latinoamericano se presentara en la cuna de la ópera; nos llena de orgullo que sigamos cubriendo espacios a través del Sistema de Orquestas”.
Para muestra un botón
Isabella Mascia Martín, de 10 años y ejecutante del contrabajo, expresó que “los conciertos fueron bellísimos, viví una experiencia increíble. Me siento muy orgullosa de estar en la Nacional Infantil. Cuando Dudamel nos dirigió me sentí en casa”.
Rayson Cumare, de 12 años, toca el violín. “Fue muy hermoso para mí, ver a tantos niños pequeños tocar juntos. Ir a Europa a hacer música con mis amigos fue genial. Nos dirigió Dudamel, él es como un hermano”.
Rebeca Alvarado, tiene 9 años, toca el contrabajo.
“Esto es un sueño que nunca pensé que alcanzaría, nunca imaginé que llegaría a este punto de la profesionalización, es muy emocionante”.
Para la violinista Ana Gómez, de 11 años, fue una gran experiencia. “Todo un orgullo representar a Venezuela”.
Rafael Castillo, estudia en el Colegio Padre Díaz de Duaca. Toca el violín.
“Muchísimas personas nos aplaudieron por largos minutos, fue increíble”.
Rober Hernández dijo “Ha sido una experiencia inolvidable, para mí y todos mis compañeros”, tiene 12 años y toca el corno.