Se supone que al concluir la jornada laboral, las entidades bancarias dependientes del Ejecutivo Nacional deberían apagar las luces de las oficinas, sin embargo, en horas de la noche las personas que se movilizan por la avenida Lara y el centro señalan que el Banco de Venezuela y del Tesoro son algunas de las instituciones que no ahorran energía.
La situación ciertamente es desapercibida por algunos, pero otros ciudadanos más conscientes rechazan el despilfarro y alegan que mientras en estos centros las luminarias permanecen encendidas las 24 horas del día, diversos sectores de Barquisimeto viven a oscuras porque Corpoelec no ha hecho esfuerzos para mejorar el sistema eléctrico o son frecuentes los cortes. Realmente llama la atención lo que ocurre en este tipo de instituciones financieras, más aún cuando el horario de atención es de 8:30 de la mañana a 3:30 de la tarde.
Tal como lo expresa el mismo Gobierno en las campañas radiales y televisivas, el ahorro energético es tarea de todos, así que la banca pública debería acatar la norma. La población considera que la directiva y el personal deben tomar en cuenta los consejos para que comiencen a usar la energía con inteligencia.