El conflicto de los propietarios de camiones cisternas con Hidrolara continúa esta semana, debido a que en las conversaciones hasta ahora llevadas a cabo no han llegado a un acuerdo con respecto a las tarifas.
A causa del mismo, gran cantidad de familias en comunidades del oeste y norte de Barquisimeto, así como en la parroquia Águedo Felipe Alvarado, no están recibiendo agua potable desde hace más de dos semanas.
José Mogollón, de la Asociación de Camiones Cisternas El Cardenal, que agrupa a 120 camiones, de los cuales sólo están operativos 42, informó que las ofertas recibidas hasta ahora por la hidrológica no les satisfacen por no permitirles cubrir los gastos de mantenimiento de los vehículos.
Puso como ejemplo el caso de los cauchos, cuyo precio ha aumentado de manera alarmante, así como las baterías, además de las dificultades para conseguirlos, lo que ha originado el retiro de la mayor cantidad de camioneros.
La empresa representante de la gobernación ha ofrecido un 30 % de incremento en las tarifas, lo que consideran muy por debajo de sus exigencias que representan un 160 % de aumento.
Además de la asociación El Cardenal, los miembros de otras tres agrupaciones, que suman 120 unidades, se abastecen de agua en el llenadero ubicado en el kilómetro 11 de la intercomunal Barquisimeto-El Rodeo y todas se encuentran paralizadas.
Ese surtidor de Hidrolara permanece solitario, salvo las esporádicas llegadas de cisternas propiedad de consejos comunales que allí son llenados del agua que luego distribuyen en las casas correspondientes.
Mientras persiste el paro de los cisterneros, habitantes de los sectores servidos por Hidrolara han comenzado a desesperarse y a organizar protestas que obliguen a la gobernación a llegar a un acuerdo con los cisterneros y de esa manera se les restaure el suministro de algo tan vital como el agua.
