Che María va por un tiempo va a probar suerte en Caracas, La Guaira y Cúa.
En 1952, cuando el cuatricentenario de Barquisimeto, Che María obtiene el primer premio. Desde el año 1945, junto a la actividad artística, Che María se desempeñó como secretario del consejo municipal de Morán, casi ininterrumpidamente hasta 1966, llegando a ser su presidente.
Al jubilarse de la ocupación gubernamental, se dedica a varias actividades, constituyó la Tipografía Morán, que le ayudó a mejorar sus condiciones económicas y le permitió dedicarse con más libertad a su labor plástica. Además de impresor fue publicista y apoya la participación literaria de otros cultores de la ciudad de El Tocuyo. En 1967 fue uno de los promotores de la Casa de la Cultura. En la década de los 60 su obra goza ya de reconocimiento nacional y comienza a percibir los beneficios económicos de dichos méritos.
En 1970 se va a residenciar en Barquisimeto, donde ganó el Primer Premio en el Primer Salón de pintores del estado Lara y expone en la galería Arturo Michelena de Caracas, en este mismo año. Alquila un local comercial que dedica a la venta de artículos para los pintores y allí mismo tiene una pequeña sala de exposiciones que comparte con los artista plásticos de la región. En 1971 se le otorga la paleta de bronce en el concurso de la sala Armando Reverón y en 1977 el premio máximo, la paleta de oro. Comienza así el periodo de mayor crecimiento artístico y de reconocimiento publico. En esta época hace amistad con reconocidos artistas como: Aquiles Nazoa, Simón Díaz, entre otros. Otras exposiciones: Galería Cristóbal Rojas, de Valencia. Sala de Exposiciones de la Comandancia de la Infantería de Marina en la Guaira. En las Galerías Framauro, Durbán, Boulevar de Arte, Círculo Militar y Bancarios, de Caracas. Su obra está representada en la Pinacoteca de Arte Moderno del Vaticano, en la sección de artistas latinoamericanos, con la obra El Cristo del Resplandor.
La capacidad artística de Che María Giménez traspasó los umbrales pictóricos, manifestando también sus atributos musicales y como escritor humorístico. Quién no se ha entusiasmado al oír Ramoncito en Cimarrona, dedicada al médico Ramón Almao Tovar, su canto a Bocono, Página en Blanco, Sin Ti, El último adiós, Canto a Quíbor, La suegra, La negra, entre otros y dio a conocer piezas como El cachicamo, cuya letra posiblemente le pertenece a Juan González.
En la década de los 50 formó parte del conjunto El Tocuyo, que tantos triunfos cosechó. Junto a Ángel Morón Prado formó un dueto de voces y guitarras: Las Voces Gemelas. Esta herencia musical la recibe cuando convivio con su tío Altidoro Giménez, aprendiendo a ejecutar varios instrumentos, entre los que destaca la bandolina y la guitarra. Incursiono en el humorismo en el periódico El Cardón, dirigido por Federico Peraza Yépez, en Morisqueta, de Robiro Asuaje. Luego creó el periódico Calicanto que mantuvo por quince años (1956-1968). Muere Che María Giménez el 13 de agosto de 1991, dejando un importante legado a las nuevas generaciones de pintores y en su honor varias escuelas y talleres de artes plastias llevan su nombre, entre esas la galería del Museo Lisandro Alvarado de El Tocuyo. Merecidamente, el 7 de diciembre de 1994 su retrato fue colocado en el Salón de Tocuyanos Ilustres.
