El alto costo de los electrodomésticos, ha llevado a las personas a desempolvar los que tenían en mal estado en sus viviendas y recuperarlos.
Para obtener una licuadora nueva deben tener en manos de 12.000 a 25.000 bolívares y su reparación, puede ir desde 1.500 a 4.500 siendo el caso más grave, la colocación del motor. Las reparaciones de los ventiladores están hasta en 8.000 mil bolívares. Establecimientos como Pegón y Pitijoc, especialistas en reparaciones de electrodomésticos se la pasan llenos, pero en dichas tiendas se están enfrentando a otro problema y es que el alto costo y la escasez de los repuestos, los ha llevado a mermar las reparaciones.
Luis Giménez, encargado de unas de las sucursales de Pitijoc, indica que hace dos años tenían al menos 250 reparaciones al día, hoy tienen de 150 a 160. Asegura que sale más económico recuperar los aparatos, pero tienen el problema con los repuestos que llegan en poca cantidad.
Gustavo González, encargado de Pegón, manifiesta que la clientela ha aumentado 100 % porque son numerosas las personas que llegan solicitando una reparación, pero sólo a 50% se le puede reparar. Artefactos como licuadoras, ventiladores, planchas de ropa y pelo, así como secadores, es lo que más se recibe.
“Estamos haciendo magia, un simple cable de plancha no se consigue, hemos optado por agarrar aquellos artefactos que han dejado abandonados en el local de años anteriores y con eso hemos realizado las reparaciones. Claro se le dice al cliente, porque es la única forma que hemos conseguido para solucionar”, relata González.
Explica que existen repuestos como los de ventiladores que llevan cobre y el precio varía según el dólar y siempre es cambiante, por lo cual no pueden mantener un presupuesto estable.
Las reparaciones tardan
Las reparaciones que se hacían en este tipo de locales, tenían un tiempo de duración de al menos una semana, máximo quince días y ahora el cliente debe esperar por su artefacto de un mes a mes y medio, porque es mucho el trabajo que tienen en este tipo de establecimientos.
Elizabet Torrealba, una de las clientas, se quedó asombrada cuando le dijeron que debía esperar más de quince días, pero asegura que debe reparar su secador porque es una de las fuentes de trabajo y adquirir uno le sale en más de cinco mil bolívares, dinero del cual no dispone.