Si no eres amante de las peluquerías y los spa no son tu lugar favorito, este artículo está escrito pensando especialmente en ti, pues de seguro eres de esas personas que confía en nosotros, se toma muy en serio nuestros consejos y que, al apenas tener un ratito libre, corre a ponerlos en práctica. La cosa es sencilla, de hecho ni siquiera debes preocuparte si no tienes a la mano los ingredientes y/o materiales que indican las recetas, pues ninguno de ellos viene de otro mundo, sino que por el contrario lo consigues en cualquier lugar.
En resumidas cuentas, nuestra idea es ayudarte a cuidar tu piel sin necesidad de invertir una millonada en eso, ni mucho menos perder todo un día esperando que te atiendan en un local especializado, pues aunque suelen trabajar por citas, esos horarios jamas se cumplen. Para lograrlo, te presentaremos a continuación unas cuantas opciones de mascarillas caseras que te acercarán de forma natural, sencilla y eficaz a ese rostro de porcelana que tanto sueñas, gracias a arcillas minerales, enriquecidas con plantas medicinales, aceites esenciales y frutas que purifican a fondo.
Así que ya deja de darle tantas vueltas al asunto y decídete a hacerte un cariñito y a disfrutar de un momento placentero y relajante que sin duda alguna tu cutis agradecerá.
Fresas y avena
Los ingredientes de esta receta son conocidos por todos y suelen estar presentes en muchas neveras… Se trata de una interesante combinación que resulta ideal para refrescar e iluminar la tez, por lo que es el arma perfecta si lo que deseas es deslumbrar a todo aquel que te mire a la cara.
Pero, ¿cuál es su secreto? Pues nada más y nada menos que las fresas, ricas en ácidos frutales naturales, son un excelente exfoliante que logra remover las células muertas de la capa más superficial de la piel, mientras que la avena molida o harina de avena le da textura y tono, por lo que la fusión de ambas da como resultado una suavidad realmente atractiva.
Manzana y canela
Esta mascarilla es perfecta para regular y limpiar con suavidad y sutileza tu cutis, y está especialmente indicada para cutis grasosos o problemáticos, pues la manzana, uno de sus ingredientes principales, contiene ácidos frutales naturales que exfolian levemente la piel, dejándola preparada para recibir luego las bondades de la miel, cuya responsabilidad es hidratarla para finalmente cederle el paso a la avena molida que tiene bajo su cargo la suavidad y el tensado.
Arcilla y miel
Si mezclas en proporciones iguales un poco de aceite de lavanda, aloe vera, un chorrito de miel y un puñito de arcilla mineral natural, conseguirás un acondicionador que dejará la piel de tu rostro como nueva y te ayudará a disimular las huellas dejadas por el paso de los años, con lo que lucirás un cutis más jovial.
El secreto radica en que la arcilla tiene la particularidad de abrir los poros y extraer con sutileza las impurezas que se acumulan dentro de ellos, limpiándolos a profundidad, pero si a eso le sumas las maravillosas propiedades suavizantes de la miel, más las antioxidantes del áloe y las revitalizantes y equilibrantes del aceite de lavanda, obtendrás una mascarilla que dejará tu cutis fresco y aterciopelado.
Toronja y hamamelis
Esta receta es perfecta para aquellas personas que sufren de piel grasa, de esas que no aguantan el ajetreo del día sin ponerse brillantes y aceitosas, bien sea sólo en la famosa “zona T” o en el rostro completo. Sus ingredientes son arcilla limpiadora, toronja, hamamelis, áloe vera y limón.
¿Cómo funciona? Pues simplemente esta mascarilla es la fusión de los ingredientes acertados, cada uno con esas particularidades que le aportan a la receta las características que necesitamos. Por ejemplo, la toronja es rica en ácidos frutales naturales, por lo que al combinarse con la capacidad limpiadora de la arcilla, los efectos tonificantes del hamamelis y las propiedades calmantes y nutrientes del áloe vera, desencadena una serie de procesos químicos que dejan la piel purificada y revitalizada.
Plátano y miel
¿Te molesta tener un rostro “colorado”? ¿La cara se te
enrojece con mucha facilidad? Si estas asintiendo con la cabeza mientras lees esto, entonces no cabe la menor duda de que eres la persona ideal para aplicarte esta mascarilla casera que te ayudará a recuperar el buen
aspecto y la luminosidad de tu piel y cuyos únicos ingredientes son el plátano y la miel.
El secreto está en la combinación de ambos, pues el plátano maduro es rico en
potasio, por lo que resulta un excelente hidratante, mientras que por su parte, la miel posee nutrientes y minerales
sumamente benéficos que la hacen muy valiosa en el mundo de la cosmética.
Lavanda y arcilla verde
No te asustes con los componentes de esta receta, pues aunque parezcan raros te aseguramos que se consiguen con facilidad en tiendas naturistas, así que dirígete a la que te quede más cerca y pide un poquito de arcilla verde, hamamelis y lavanda, de resto, lo único que necesitarás será un huevo.
En realidad, “arcilla verde” es el nombre común de la montmorillonita, un producto 100% natural, rico en minerales y con poderosas propiedades absorbentes que, al secarse, arrastra impurezas y limpia los poros, características que tras ser combinadas con los efectos ligeramente astringentes de la hamamelis y calmantes de la lavanda, logran en el rostro un particular tensado que proporciona una tez radiante.
Rosas y aloe vera
Sin duda alguna, esta receta es sumamente nutritiva, pues se trata de un acondicionador natural fortificado a base de arcilla, pétalos de rosas, áloe vera y miel, que gracias a las bondades individuales de cada uno de sus componentes, tiene la capacidad de hidratar a profundidad, así como purificar y suavizar tu piel mucho más que cualquier crema convencional.
Para comprender cómo funciona, es importante que sepamos que las rosas tienen propiedades refrescantes y equilibrantes bastante marcadas, mientras que por su parte el extracto de aloe vera es rico en vitaminas, aminoácidos, enzimas y proteínas.