Si no me equivoco, el intenso deseo de todos los que no estamos de acuerdo con este régimen es salir de él sin daños y lo más rápido posible. Ese debe ser el objetivo supremo al que hay que apuntar de manera unánime y la única arma que tenemos de lograrlo son las elecciones del 6 de diciembre. Y esto requiere abandonar, dejar de lado, cualquier aspiración personal, cualquier ambición de figuración que pueda sabotear ese esfuerzo. No estamos en una elección normal, con personas decentes compitiendo con métodos normales, contra otras personas decentes por lograr una renovación de un gobierno normal –aun lleno de defectos- y sustituirlo por otro gobierno normal aun si, evidentemente seguirá repitiendo los errores propios de los gobiernos normales.
No, se trata de cambiar a una elite corrupta que está destruyendo el país y con un grado de corrupción y de insensatez tan grande que cualquier gobierno no chavista que venga después, por incompetente que sea, siempre será mucho mejor del que tenemos ahora. Pero para tenerlo hay que ganar el 6-D, y aun así no estaremos seguros de estar bien montados en el camino del cambio. Por esto la necesidad de la unidad lo más amplia y sólida posible.
El punto es que esta situación tan particular y terrible de Venezuela no ha impedido que a última hora una serie de arribistas que por aquello de oponerse a la hegemonía de la MUD están dispuestos a que el deseo supremo del pueblo opositor se vaya al traste. Me refiero a quienes, en el caso de Lara, se han agrupado detrás de Eduardo Gómez Sigala, el diputado con el récord de más ausencias a las reuniones de la Asamblea Nacional y del que no se si alguna vez ha pateado una calle. Me refiero también a Pedro Pablo Alcántara, una persona inteligentísima y muy preparada para el debate político pero que no le importa que su gesto merme a la oposición facilitándole al gobierno el control sobre la asamblea. Gente así han surgido en todo el país. En los días siguientes al 6 de diciembre sabremos si hay que rayarle la madre a algunos divisionistas.
La MUD es la agrupación de partidos más importante que tenemos hasta ahora yno se llegó fácilmente a su conformación. Acepto que junto con gente honesta hay picaros y pajarracos de todos los colores, pero eso es lo que tenemos y un movimiento político se hace a partir de lo que se tiene. Si nos ponemos a dividir mientras llegan los perfectos nos moriremos de mengua.
Si hay otra estrategia mejor, que alguien me la explique.
