La gran causa de la paz en los pueblos tiene la necesidad de todas las energías de paz latentes en el corazón de los hombres.
Mantener o conseguir la paz es el resumen y la coronación de todas nuestras aspiraciones, ya que sin ella todos los demás bienes humanos y espirituales son difíciles, o imposibles de lograr.
Sin embargo, vemos cómo las personas o grupos no buscan arreglar sus conflictos públicos o secretos.
Diariamente vemos cómo se propician y crecen las tensiones y las divisiones, incluso atizándolas artificialmente, focos de discordias y de odio, unidos a amenazas de violencias y de guerra, por ejemplo, diciendo: Si pierdo, yo me lanzaré a la calle. No se puede lograr la paz mientras se busque la posibilidad de una guerra defensiva, u ofensiva, asimétrica, o total.
Hay que manifestar públicamente, los políticos los medios y los centros de estudio y actuaciones, qué pasos deben realizarse para lograr la paz, y evitar la violencia, que es el preludio de la guerra, que es la ruina física y moral de tormentos y destrucción total y muerte de miles o millones de personas, y carencia de todo bienestar, para ambas partes.
Para tener la paz deben mantenerse principios elementales, pero seguros, cómo los siguientes: Las tensiones, contiendas (como las elecciones deben resolverse con humanidad, diálogo y libre discusión, donde las armas no debían ser consideradas para solucionar los conflictos, y Los derechos humanos nunca pueden ser eliminados, cambiados o suspendidos, y deben ser salvaguardados en toda circunstancia.