El más reciente álbum de Julieta Venegas, Algo sucede, ha llegado justo en un momento de su vida en el que ha aprendido a ver las cosas en perspectiva.
“Me siento como en un buen momento, se han balanceado muchas cosas en mi vida», dijo la cantante mexicana en una entrevista con The Associated Press a propósito del lanzamiento de su octavo disco. “Para mí como que la vida ya no se va como al blanco y negro nada más, sino que un poco se amplía el abanico de emociones».
La producción tiene canciones que hablan de encuentros, como Tu calor y Dos soledades, pero también del dolor que le causa la situación actual de México, como Explosión y Una respuesta. Entre estos dos extremos está Ese camino y Se explicará, sobre las distintas etapas de la vida misma.
En Algo sucede, la voz de Venegas se escucha dulce y en perfecta forma para transitar por las 12 canciones, pese a que han pasado 18 años desde que lanzó su producción debut, Aquí.
“Yo siento que aprendí a cantar cuando me quedé embarazada. Yo venía tomando clases y siempre me lastimaba en las giras, siempre sufría», apuntó. “Algo como que se acomodó en mí como intérprete, que me he relajado mucho más. De hecho, desde que me quedé embarazada no he vuelto a tomar clases de canto y ya mi hija tiene 5 años. Disfruto mucho cantar, siento que aprendí a matizar de otra manera», agregó haciendo referencia a su hija Simona.
Para el nuevo álbum Venegas trabajó nuevamente con los productores Cachorro López y Yamil Rezc, en quienes encontró apoyo para elegir las piezas tras componer arduamente.
“Escribo tanto que llega un momento en que amo todas u odio todas, entonces necesito que alguien me ayude como una especie de filtro», dijo.
El trabajo de los productores se realizó en países distintos. La mayoría del disco fue grabado en México con Rezc, pero hubo dos semanas decisivas en Argentina.
“Nos faltaba algo más como para unificarlo y terminar de componer las canciones. Dije, `¿por qué no me voy a Buenos Aires, escribo con mis amigos, veo a Cachorro?»’, relató Venegas. «Me fui un poco con la idea de que me diera el aire, de salir un poco de mi casa, porque todo lo hago desde mi casa».
En una semana López y Venegas lograron tener la preproducción hecha y grabaron algunas voces. Tras esto regresó a México para grabar otra gran parte del disco y luego volvió una semana más a la capital argentina para terminar las canciones.
“Me gustó mucho trabajar con los dos, Yamil Rezc es como mi hermano musical, trabajamos mucho, en su estudio, en mi estudio», dijo Venegas. «Para mí es como la combinación ideal, Cachorro y Yamil, se juntan dos personalidades diferentes».
