El papa Francisco denunció que el mercado laboral mundial está interesado solo en los beneficios y advirtió que el desempleo causa enormes daños a la sociedad y las familias.
Durante meses, Francisco se ha manifestado en público sobre diferentes aspectos de la vida familiar durante sus audiencias generales semanales. En la del miércoles se centró en el papel “sagrado” que el trabajo tiene para las familias, material y espiritualmente.
“La organización moderna del trabajo muestra a menudo una peligrosa tendencia a considerar a la familia una carga, un obstáculo pasivo a la productividad. Pero pregúntense: ¿Qué tipo de productividad? ¿Para quién?”.
Francisco, que durante su adolescencia trabajó a tiempo parcial en Buenos Aires, suele destacar la importancia de un trabajo digno.
Dijo que los empleadores tienen una gran responsabilidad para sus trabajadores, y que “provocar destrucción de empleo supone causar un grave daño social”.