“Los gobiernos regional y municipal deben hacer un seguimiento en especial a los ambulatorios, porque los están atacando y robando, cuando desde aquí lo que se hace es prestar servicio a la comunidad. No entendemos, los robos son seguidos y nadie investiga”, manifestó Carmen Campos, dirigente social y residente de la urbanización Ruezga Norte.
La dama estaba indignada, porque en esta oportunidad atacaron el Ambulatorio Urbano Tipo I, Ruezga Norte, ubicado en el sector 2. Fue a las siete de la mañana de ayer, cuando llegaron las enfermeras, que se dieron cuenta que todos los consultorios estaban revueltos.
Los maleantes levantaron el techo de zinc, ingresaron y sacaron todas las vacunas de la nevera, quemaron el termómetro de la misma que marca la vida útil de las vacunas. Se llevaron tres tensiómetros, así como tres aparatos de ORL, un aire acondicionado, cafetera, un aspirador de gleras, brazaletes que se adaptan a los tensiómetros, un electrocardiograma, ocho glucómetros, tres cavas vacías, se llevaron medicamentos, así como diez cajas de condones que equivalen a mil unidades.
Intentaron abrir el portón de atrás, pero no consiguieron las llaves.
Edith Vargas, coordinadora de Enfermería en dicho centro asistencial, indica que las pérdidas ahora son incalculables, pero son millonarias. Cree que superan los 500 millones de bolívares.
Manifiesta que tuvieron que cerrar por el robo, afectando a las 35 personas diarias que se atienden por atención inmediata, fuera de los niños o adultos que acuden por curas e inmunizaciones.
Según los residentes de la zona, el lunes también se cometió un robo en el ambulatorio de la Ruezga Sur, ubicado en el sector 8.