«Es muy difícil que haya progreso en una sociedad sin grandes clases medias y con oportunidades» Francis Fukuyama, autor del libro «El fin de la historia y el ultimo hombre».
El programa estrella de IESE Business School, el master en administración(MBA), cumplió cincuenta años de vida. La escuela española fue la primera en introducir en Europa este curso tan valorado en EEUU. Y lo hizo de la mano de Harvard. Desde entonces se han graduado más de 7.200 personas de 102 países en este master que la crisis económica ha puesto en el ojo del huracán. Jordi Canals, director general de IESE desde el 2001, decidió pese al cuestionamiento internacional del MBA, que su institución continuaría impartiendolo conforme a los principios que lo inspiraron en 1964. Lo que ha variado en este tiempo «es la diversidad de los alumnos, el 85% son de 70 países, así como sus expectativas y las de las empresas que los contratan respecto a su formación, que tiene que enfocarse a la capacidad de trabajar en entornos donde la diversidad es mas importante que nunca».
«El otro cambio tiene que ver con la velocidad de transformación de la sociedad, con la innovación, la aplicación de las nuevas tecnologías y sobre todo,con una sociedad que es y será muy diferente a la de hace 50 años, cuando Occidente vivía un crecimiento económico y social que parecía que nunca se agotaría. Hoy la realidad es que esté progreso ha desaparecido y hay una amenaza real de que las próximas generaciones vivan peor que nosotros. Hemos de enseñar a los futuros líderes a entender que, aunque este contexto ha desaparecido, es muy difícil que haya progreso en una sociedad sin grandes clases medias y con oportunidades, como decía Fukuyama. Y estas clases medias dependen de forma importante de lo que sean capaces de hacer las empresas. Los directivos deben entender el problema y aportar soluciones».
Con respecto a la crítica de Henry Mintzberg y otros, de que la gestión no se enseña sino que se aprende con la experiencia, señale que dicha crítica es una llamada de atención a la humildad, la humildad de las escuelas para asumir sus limitaciones puesto que la gestión se aprende con la práctica; la humildad de los alumnos para que no vendan humo y también a las empresas para que tengan conocimiento sobre los alumnos. En las escuelas no tenemos solución para todo. El management(gestión) es la profesión más compleja que una persona afronta porque, al componente técnico habitual, hay que añadir las capacidades, como la prudencia y el coraje para decir que no.
Con relación al tema de la corrupción señala, que toda una sociedad tiene que ser muy consciente de que, si queremos mantener una sociedad civilizada o abierta al progreso, este no se da si no hay virtud, como decían los clásicos. La corrupción es un atentado contra la dignidad humana que no tiene justificación alguna y debe ser perseguida y castigada penalmente cuando proceda.
Finalmente señala que, los modelos de negocio no cambian si no cambiamos las personas o no cambia nuestro modo de mirar a la realidad. El cambio tiene que afrontarse en tres dimensiones, geográfica, tecnológica y de formación. Debemos internacionalizarnos y abrirnos a la competencia; y esto es un cambio de mentalidad que hemos de crear de verdad. El segundo cambio de mentalidad es el de la tecnología, existe un déficit en penetracion digital, en comercio y comunicación digital. Y el tercer cambio, mucho más importante, es la formación de personas jóvenes en posiciones de responsabilidad.
Definitivamente,un MBA no es la solución definitiva, pero sirve para dar un gran salto en capacitación profesional.
