La Contraloría Sanitaria del estado Lara y la Superintendencia Nacional de Precios Justos (Sundee), iniciaron un operativo en los alrededores de los dos principales centros de salud del estado Lara con la finalidad de atacar a los comerciantes dedicados al bachaqueo de medicamentos. Maryori Chávez, contralora sanitaria de la región, explicó que la intención del operativo es descubrir el porcentaje de medicamentos e insumos médicos que deberían estar en los anaqueles de las farmacias, pero se desvían a la economía informal. “Cuando tengamos las cifras, las vamos a revelar” prometió.
Los establecimientos donde no existan las condiciones higiénico – sanitarias o tengan problemas con el expendio de medicamentos, serán sancionados con el pago de unidades tributarias.
A la Contraloría Sanitaria llegaron innumerables denuncias en donde informaban que presuntamente se está extrayendo material médico quirúrgico de las farmacias, se venden a sobreprecio, sin permisología en kioscos y establecimientos adyacentes al Hospital Central Universitario Antonio María Pineda y al Hospital Pastor Oropeza.
El personal de ambos organismos que supervisó los locales, confirmó las irregularidades. En una panadería ubicada frente al Pastor Oropeza encontraron en la vitrina de exhibición: inyectadoras, jelcos, betadine –que tenía dos años vencido- pastillas para dolor de cabeza, y otros equipos como jaboneras y kit de laparotomía. Cuando los fiscales preguntaron por qué vendían tales insumos médicos en esa panadería, no obtuvieron ninguna respuesta.
Ese no fue el único motivo que conllevó al cierre del local. Cuando el personal de control sanitario inspeccionó el estado de los alimentos, se encontró con panes con tonalidades azules, quesillos con gusanos y hasta cucarachas.
Dos locales después, en una quincallería fueron encontrados recolectores de orina, inyectadoras, cajas incompletas de pastillas anticonvulsivas y alcohol. El botín lucía tan escaso, que según la dueña “cualquiera puede ser considerado bachaquero al margen de la Sundee”, porque según explicó, son insumos que “sacan de apuro” a los familiares de los pacientes del HPO.
Los negocios van a permanecer cerrados al menos durante 15 días, hasta que pongan la documentación en regla y realicen una limpieza supervisada por la Contraloría Sanitaria. Así lo indicó Jesús Tovar, Coordinador de Regulación y Control del Materiales, Equipos, Establecimientos y Profesionales de la Salud (Meeps).
Otros establecimientos de venta de equipos médicos y medicamentos ubicados en la calle 20 entre carreras 32 y avenida Las Palmas, también fueron supervisados. Afirmó una clienta que una caja de guantes, que un mes atrás lo compró en 400 bolívares, esta semana estaba en 1.500 bolívares. Exigió supervisión semanal en las farmacias.
Tovar explicó que la mercancía decomisada se someterá a estudios para luego ser transferidos a los hospitales.