La vicepresidenta de Un Nuevo Tiempo y coordinadora de Seguridad Ciudadana de la MUD, Delsa Solórzano, rechazó que el gobierno nacional intente vincular a figuras de la oposición con el sangriento caso de Liana Hergueta, asesinada y desmembrada por tres presuntos patriotas cooperantes del Gobierno nacional.
En su opinión, con los señalamientos hechos sin base judicial, lo que se busca es desviar la atención «de lo que interesa al país», que son los problemas que afectan el bolsillo de los venezolanos y la inseguridad.
Las declaraciones hacen alusión a las acusaciones del ministro del Interior y Justicia, Gustavo González, que han sido repetidas por otros personeros del Gobierno nacional y apuntan a un supuesto «móvil político» en el caso de Hergueta.
Este domingo, el funcionario acusó al general en situación de retiro y miembro de Voluntad Popular, Antonio Rivero, de «entrenar» en técnicas de «sicariato» a José Pérez Vento, señalado como autor material del crimen de la comerciante.
Según González, el implicado en este crimen, según reconoció en interrogatorios, recibió entrenamiento paramilitar en grupos de 30 personas. Eso le habría permitido adquirir la habilidad para desmembrar a su víctima.
Vale destacar, desde la semana pasada el representante del Ejecutivo ha venido responsabilizando por esta muerte a «la derecha» pero de manera genérica, sin señalar a nadie en particular. El único opositor señalado con nombre y apellido por una supuesta responsabilidad específica, Antonio Rivero, se encuentra fuera del país desde hace un año, cuando se refugió en el exilio.
Por su parte, el jefe de campaña del PSUV, Jorge Rodríguez, este lunes ofreció una rueda de prensa donde hizo hincapié en la intención de establecer una «conexión» entre los presuntos asesinos de Hergueta y las protestas contra Maduro que se produjeron el año pasado en casi todo el país.
“Uno de los autores materiales es José Pérez Venta, quien se inició en el movimiento de ultraderecha JAVU. Este señor ha confesado que de forma frecuente iba a una embajada de Europa y del norte de este continente, ustedes ya saben de qué embajadas estoy hablando. Este señor Pérez Venta podría considerarse el eslabón perdido en hechos de violencia. Su último jefe político fue el inefable señor Richard Blanco”, detalló.