Vigente campeón de la liga española, el Barcelona parte con viento a favor en el campeonato que inicia el viernes. El equipo que dirige en su segundo año Luis Enrique luce vigor y entusiasmo tras la conquista de los tres trofeos en liza la pasada campaña, cuando levantó también la Copa del Rey y la Liga de Campeones de la mano del mejor Lionel Messi, igualmente postulado a recibir su quinto galardón al Balón de Oro.
Pero los azulgranas tampoco olvidan que era el Real Madrid quien marcaba músculo 12 meses atrás, cuando el acérrimo rival blanco emanaba aún la fragancia victoriosa de su décima Champions y ostentaba fichajes de campanillas como el colombiano James Rodríguez, el costarricense Keylor Navas o el alemán Toni Kroos.
Pese a ello, los merengues apenas celebraron la Supercopa de Europa el curso anterior; un botín insuficiente para las aspiraciones del presidente Florentino Pérez, quien cesó a final del mismo al entrenador Carlo Ancelotti y abrió la puerta de salida a toda una institución como el arquero Iker Casillas.
El nuevo proyecto que encabeza el técnico Rafa Benítez bien podría rendir dividendos en su primer año, como ocurrió con Luis Enrique en el Barsa; pero por ahora son los azulgranas quienes inician la carrera por el carril interior, una vez automatizadas las consignas del asturiano y sintonizada la delantera de lujo que forman Messi, el brasileño Neymar y el uruguayo Luis Suárez.
El trío contabilizó 122 dianas totales la pasada temporada y marcó el demoledor ritmo del campeón, una vez superada la crisis de inicio de 2015, en que el astro argentino y el entrenador chocaron cabezas.
Seguro atrás, con la defensa armada en torno a la recuperada versión de Gerard Piqué, el francés Jeremy Mathieu y el argentino Javier Mascherano, el equipo se congratuló del saber hacer del chileno Claudio Bravo, quien se erigió como el arquero menos goleado del campeonato y llenó el vacío dejado por Víctor Valdés. Pese a ello, deberá disputarle nuevamente la titularidad al alemán Marc-André ter Stegen.
Messi cedió el trono goleador al madridista Cristiano Ronaldo, autor de 48 tantos en el torneo doméstico; pero el argentino fue el mejor futbolista, destapándose como asistente y liderando el cambio de estilo con un juego más directo y vertical que en la anterior etapa dorada bajo la dirección de Pep Guardiola.
Lastrado por la sanción de la FIFA, el Barsa continúa sin poder inscribir nuevos fichajes hasta enero, cuando debutarían los incorporados Aleix Vidal y Arda Turan, aspirante a tomar el testigo del ex capitán Xavi Hernández, penúltimo guardián del fútbol de posesión. Permanece Andrés Iniesta, aunque sean hombres como Ivan Rakitic quienes abanderen el nuevo ciclo, en espera que la entidad pueda mover ficha en el mercado internacional.
El Madrid se ha mostrado inusualmente cauto en lo referente a transacciones: apenas el lateral Danilo, el mediapunta Mateo Kovacic y el arquero Kiko Casilla para pelear con Navas el puesto vacante que dejó Casillas.
Mientras los socios del Barsa votaron la continuidad de Josep María Bartomeu como presidente, Pérez ejerce básicamente de director deportivo en la entidad blanca, y eligió a Benítez para pilotar un plantel de lujo, nuevamente con máximas aspiraciones.
Como Luis Enrique, el madridista se ajusta al perfil de entrenador meticuloso en el apartado estratégico y amante de la presión defensiva. La esperanza es que sepa aprovechar al máximo las virtudes del galés Gareth Bale, quien afronta su tercera temporada con ganas de dar un paso adelante y, posiblemente, al centro de la pizarra para ejercer de mediapunta.
Cristiano se mantiene por ahora como referente ofensivo junto al veterano Sergio Ramos en la zaga, mientras Kroos y James deben garantizar el fútbol de alta escuela en el mediocampo.
El tridente formado por Cristiano, Bale y Karim Benzema totalizó 102 goles en el pasado campeonato; números inferiores a los registrados por los atacantes del Barsa, pero muy por encima de las prestaciones ofensivas que puedan ofrecer las delanteras de Atlético, Valencia y Sevilla, de nuevo candidatos menores a meterse en la pelea por el título.
El Atlético fue el último en interrumpir la racha de nueve ligas repartidas entre Barsa y Madrid, cuando ganó en 2014. Liderado por el técnico argentino Diego Simeone, recién renovado hasta 2020, el cuadro colchonero volvió a perder futbolistas importantes como Arda, el central Miranda o el goleador Mario Mandzukic. Pero los nuevos fichajes ilusionan; notablemente el colombiano Jackson Martínez, autor de 28 goles la pasada campaña con el Porto, y el argentino Luciano Vietto, adquirido del Villarreal. Junto al francés Antoine Griezmann, quien consiguió 25 tantos bajo la tutela del «Cholo», quizás logren erigirse en el tercer mejor tridente del torneo.
Valencia y Sevilla también disputarán la Champions y ansían reclamar su dosis de protagonismo en la liga, que espera mejorar su competitividad con el nuevo reparto de los ingresos televisivos.
Los primeros ganaron por última vez en 2004, precisamente con Benítez al timón, y cuentan con un plantel envidiable aunque expuesto a la tradicional inestabilidad institucional. El prometedor lateral José Gayá seguirá como valencianista, pero no el zaguero argentino Nicolás Otamendi; la incorporación del joven Santi Mina potenciará el ataque, en tanto el arquero Diego Alves se rehabilita de su lesión.
El Sevilla perdió dinamita con el traspaso del colombiano Carlos Bacca al Milan, pero debería seguir plantando cara gracias a su talentoso mediocampo, con hombres como Ever Banega, José Antonio Reyes y Denis Suárez, y la tensión competitiva que garantiza el timonel Unai Emery.
Junto a su nuevo socio Jonathas y el arquero argentino Gerónimo Rulli, el mexicano Carlos Vela espera despuntar de nuevo en la Real Sociedad tras una campaña algo decepcionante, mientras que su compatriota Héctor Moreno abandonó finalmente un Espanyol lastrado por las bajas de Sergio García y el uruguayo Christian Stuani, aunque ilusionado con el año de experiencia acumulado por el ecuatoriano Felipe Caicedo.
Ambos conjuntos quisieran desbancar al Villarreal de su puesto europeo, pero el cuadro castellonense se erige nuevamente como favorito a liderar el segundo pelotón, donde también figuran Athletic de Bilbao, Málaga, y el Celta de Vigo que dirige el argentino Eduardo Berizzo, apenas el segundo latinoamericano en una liga que cuenta 16 entrenadores españoles.
Los recién ascendidos Betis, Sporting de Gijón y Las Palmas se contentaran con permanecer en la primera división y contaran como rivales directos a Rayo Vallecano, Levante, Getafe, Deportivo La Coruña, Granada y Eibar, finalmente reinsertado por el descenso administrativo del Elche.