Nuestro país ha sido noticia cuando las mujeres son sometidas a maltratos en sus distintas modalidades; tratos crueles o asesinatos, lo cual revela que se le continúan vulnerando sus derechos.
Recientemente se cumplió un año de la muerte de la modelo larense Angela Medina; la opinión pública al recordar estos hechos, una vez más, visibilizó éste como un flagelo latente en la sociedad.
La situación de los derechos de la mujer en Venezuela fue examinada el mes de octubre del pasado año por el Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
De acuerdo a lo planteado por el Observatorio Venezolano de los Derechos de la Mujer, Venezuela está suscrita a casi todos los tratados internacionales sobre la materia de defensa de la mujer, sin embargo, no se cumplen sus recomendaciones.
Venezuela es uno de los 188 Estados miembros de la mencionada Convención, compuesta por 23 expertos independientes.
Entre los aspectos que se abordan en este comité, están: la representación mediática de las mujeres y niñas como objetos sexuales; elevada tasa de embarazos en adolescentes; la participación igualitaria de las mujeres en ámbitos políticos, públicos, sociales, económicos y culturales; violencia contra la mujer.
¿Conocen las mujeres suficiente sobre la legislación que las protege?
La coordinadora del Observatorio Venezolano de los Derechos Humanos de las mujeres y psicóloga social Hisvet Fernández, refiere que las mujeres conocen que existe una Ley, pero no el detalle de la misma. “Muchas mujeres me preguntan sobre cosas que les pasan y me dicen ¿esto que me está sucediendo es violencia? lo cual demuestra desconocimiento”.
Recordó a las mujeres que uno de los objetivos de la Ley inicialmente era la necesidad de hacer campañas informativas y formativas, a quienes trabajan en el sistema de justicia y especialmente abordar el tema a fondo en las escuelas.
Comenta que actualmente trabaja en un proyecto de extensión de la UCLA, en el tema de la igualdad y la no violencia con niños y niñas de primaria. “Al estar en contacto con los padres y los docentes me doy cuenta que no identifican la violencia”.
Fernández lamenta la cifra de 10 mil denuncias al año y un correspondiente 98% de impunidad. Igualmente asegura que en los hogares se sigue fortaleciendo la violencia hacia las niñas. “Les enseñan que ellas son dependientes de los hombres, no pueden andar solas y deben ser protegidas por ellos”.
Maltrato prolongado
Esta situación condiciona a que durante mucho tiempo las damas, sin saber que les violan sus derechos, soportan maltrato, hasta el momento en el cual deciden comentarle a alguien o denunciar.
“Las mujeres por lo general deciden denunciar cuando ya la continuidad de la violencia toca situaciones letales, es decir han soportado golpes, y llegado a la etapa del agobiamiento hasta sentir que ya no pueden más, porque la mujer está orientada para sobrellevar el matrimonio aunque ella se sienta mal”.
Igualdad verdadera sin revanchismo
Actualmente se observa que en este proceso social donde la mujer se siente “ciudadana de segunda” o discriminada, se toman alternativas por parte de quienes no están formadas en el tema, en cuanto a irse a los extremos, por ejemplo, la actitud en esos casos es:
“Si tú te vas de parranda, yo también, si tu andas con otra, yo también lo hago… y esa no es la igualdad porque la verdadera igualdad es la que supera la discriminación, es decir, que los elementos que hacen daño a la mujer (para su femineidad) y al hombre (para su masculinidad) sean superados, con miras a una relación de equivalencia”.
“En el artículo 5 la Cedaw dice: losmiembros se comprometen a cambiar los patrones socioculturales, los cuales favorecen que un sexo sea superior al otro”. “De esto inferimos que la lucha de las mujeres, no es para nosotras ser quienes ahora vamos a gobernar. Frases como mujeres al poder, llevan al revanchismo”, sostuvo Fernández.
El revanchismo no conduce a la construcción sana de una sociedad.
Labores del Estado
Para la psicóloga social, ante la creciente tergiversación de los roles del hombre y la mujer, el Estado debe reforzar en el ámbito educativo la formación para una identidad adecuada desde los primeros años de vida.
“A los niños se les debe enseñar que deben tener un proyecto de vida, pues en efecto la mujer no nace para tener muchachitos, puede criar hijos pero es un ser social ante todo. En el caso del hombre se le está educando para darle dinero a la mujer y si no tiene se siente frustrado”.
Para Fernández la alta cifra de divorcios es un indicativo de que no hay un manejo del concepto de pareja para construir la vida, sino para sufrir la vida juntos y “esa no es la idea”.
Sin reglamentos ni casas de abrigo
Con respecto a la Ley sobre el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia, se presentan determinadas fallas en su aplicación, ya que aún no se tiene el reglamento de la misma, por ello en muchos casos no se llega a sentencia firme.
El proceso luego de denunciar al agresor se hace tortuoso y por lo general esto genera la importante cifra de impunidad existente, explica Fernández.
Por otra parte, es urgente que el Estado trabaje en la creación de las Casas de abrigo, donde las mujeres puedan refugiarse con sus hijos, ya que al denunciar se exponen mucho más a la agresión.
Esfuerzos gubernamentales
No sólo las ONG se dedican a este tema. A nivel regional la Dirección de Desarrollo Social de la Gobernación del estado Lara a través del Instituto Regional de la Mujer, adelanta un trabajo preventivo.
La presidenta de Iremujer, Elvira Galvis, informó que durante el 2015 han atendido 1.285 casos de denuncias sobre imputaciones del Ministerio Público para ser canalizadas por la institución.
1.048 casos corresponden al municipio Iribarren, 82 a Palavecino y 56 Crespo. La amplia brecha entre el municipio capital y el resto tendría que ver con la cultura de acudir a denunciar en la metrópolis.
Las mujeres han sido orientadas a través de los programas que maneja la mencionada institución donde se le aportan herramientas desde el punto de vista legal, financiero y en diversos aspectos.
Para ello, desde el año 2013 hasta la fecha, han invertido un monto de 150 millones, recursos transferidos a las iglesias tanto católicas como cristianas evangélicas, con miras a fortalecer su trabajo de difundir la importancia del respeto y el temor a Dios.
De igual forma durante la implementación de la campaña Ponle Fin a la Violencia, establecieron enlaces instituciones con las casas de estudios superiores, donde los estudiantes de Derecho, Administración y Comunicación Social, en cumplimiento del servicio comunitario, difundieron los alcances de la Ley a través de talleres y atención comunitaria.
Danela Romero, directora de Desarrollo Social, quien hasta el mes de diciembre del pasado año ocupó el cargo de presidenta de Iremujer, señaló: “Se identificaron las zonas más violentas. Para ese momento Lara era el segundo estado con más incidencia de violencia de género en el país”.
Comentó que aun cuando no fue nada fácil, se logró la construcción de un voluntariado amplio, para difundir las normativas vigentes y las sanciones contempladas en cuanto al maltrato a la mujer.
Estadísticas por comunidad
De acuerdo a las estadísticas que maneja esta institución, del año 2013, el mayor número de denuncias por violencia de género en la parroquia Santa Rosa de Iribarren se concentraron en los sectores Tierra Negra y El Cercado, seguido de Fundalara.
En la parroquia Tamaca, como número uno Las Sábilas y la avenida principal de Tamaca, seguido de Las Tunas. En la parroquia El Cují, en primer lugar la zona Cují-centro.
La parroquia Concepción, desde la calle 10 hasta la 40 concentraba 80% de las denuncias. En la parroquia Unión, encabezaba con un alto porcentaje el sector San Jacinto.
En Juan de Villegas, los sectores Pavia, Cerritos Blancos y La Carucieña con el más alto índice de denuncia para el 2013.
En los próximos días Iremujer comenzará el programa Casas de la Alegría, que consiste en abrir 100 espacios donde se le dará formación y capacitación para el emprendimiento.
La presidenta de Iremujer explico que sentido de la iniciativa: “Tenemos que darles herramientas socioproductivas en las comunidades, ellas pueden aprender oficios diferentes a las labores del hogar y no ser dependientes para la manutención de sus hijos”.