Pido la palabra – Hermanos chavistas, ¡abran los ojos!

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Las dos bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki dejaron un saldo de muertos estimado en 246.000 civiles, aunado a los casi 70 millones de víctimas mortales atribuibles a la guerra, según las cifras más pesimistas. Luego de esta terrible experiencia, Japón entendió que la violencia es el camino equivocado para la construcción de una nación. Hoy en día, el país Nipón es la envidia del mundo, con unos envidiables niveles de desarrollo sostenido de su economía, atención a su población de menores recursos y vocación de trabajo para la superación personal y familiar. El amor por el esfuerzo creador como palanca de desarrollo del pueblo japonés, está asentado sobre un modelo educativo que estimula desde los primeros años de vida, los principios y valores como elementos indispensables para el crecimiento personal y colectivo de la sociedad en su conjunto…

Pareciera que la experiencia humana se circunscribe a la muerte y la destrucción como fórmulas de aprendizaje. Resulta inevitable que las sociedades transiten caminos escabrosos y fatídicos para recibir el escarmiento de su propia historia. Venezuela no es la excepción de la norma. Nos ha tocado vivir, luego de casi 17 años, un proceso de violencia y empobrecimiento derivado del engaño revolucionario. Los hermanos de los barrios de todo el país, durante los primeros años de gobierno, fueron objeto de atención directa de sus necesidades básicas a través de las asignaciones conocidas como misiones. Cobrar sin trabajar, recibir prebendas económicas por vestirse de rojo y aprovecharse del erario público para el enriquecimiento personal e ilícito, se convirtieron en los emblemas más preciados en el marco de la “ética” revanchista de la revolución. El resultado de este saqueo generalizado auspiciado y sustentado en la violencia como fórmula de control social, no pudo ser más traumático. Hoy, cuando el país acusa las consecuencias del manejo irresponsable de su economía, las criminales colas para adquirir comida y medicinas, el hampa desatada y la crisis de servicios públicos, nos condenan a vivir la pesadilla derivada de nuestra propia equivocación…

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Los sectores populares ya no reciben las prebendas económicas que les llegaban en tiempos de bonanza petrolera. El círculo de beneficiados del proceso se cierra cada día para hacerse más pequeño y exclusivo. La caída de los precios del petróleo degenera en ausencia de divisas en un país cuyo gobierno destruyo la producción. Sin dólares para importar se hace imposible mantener la ficción. Ahora la cola toca directamente a los hermanos chavistas de los barrios. Se están dando cuenta que la revolución fue un engaño.

Hermanos chavistas, abran los ojos. Ni la violencia ni la viveza, son instrumentos para vivir mejor. Comencemos juntos el cambio que el país requiere, sobre la base del respeto y la reciprocidad comunitaria…

Mis comentarios:
.- La única forma de ganar las elecciones del 6D y obtener la mayoría parlamentaria, es votando masivamente.

.- Si vota más del 65% de la población electoral, no habrá forma que el oficialismo obtenga mayoría. Ni siquiera con la trampa del circuito.

.- Cada hermano chavista que despertó de la ficción, debe colaborar con el futuro de sus hijos para abrirle los ojos a otros hermanos chavistas…

Echa fuera al altivo, y se irá la discordia, cesaran las contiendas y las afrentas…

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