Más de una docena de personas murieron y muchas más resultaron heridas el lunes cuando una intensa explosión sacudió un templo en el centro de Bangkok durante la mayor hora de tránsito vespertino, informó el gobierno.
La explosión se produjo dentro del Santuario de Erawan y se halló otra bomba sin detonar cerca del complejo, precisó el mayor general Weerachon Sukhondhapatipak, portavoz de la junta militar que gobierna el país.
La televisora tailandesa PBS informó que al menos 15 personas fallecieron. Weerachon dijo que hay decenas de heridos, incluso extranjeros.
La explosión se produjo en la intersección de Rajprasong, que fue escenario de muchas manifestaciones políticas agitadas en los últimos años. Al parecer fue frente al Santuario Erawan, una atracción turística.
Una videograbación de seguridad mostró un resplandor poderoso al estallido de la bomba.
«Todavía no sabemos a ciencia cierta quién hizo esto y por qué», dijo el viceprimer ministro Prawit Wongsuwon a la prensa. «No estamos seguros si tiene motivaciones políticas, pero se proponen dañar nuestra economía y los perseguiremos».
Anusit Kunakorn, secretario del Consejo Nacional de Seguridad, informó que el primer ministro Prayuth Chan-ocha, ex jefe del ejército, vigila atentamente la situación.
La capital tailandesa ha estado relativamente tranquila desde que un golpe militar destituyó a un gobierno civil en mayo del año pasado después de varios meses de protestas políticas, a veces violentas, contra el gobierno anterior. Pero han renacido las tensiones en los últimos años después que la junta militar gobernante dejó en claro que podría no convocar a elecciones hasta el 2017 y que desea una constitución que permita algún tipo de gobierno de emergencia para tomar el lugar de un gobierno electo.
Los automóviles cargados de explosivos son prácticamente desconocidos en Bangkok, pero han sido utilizados en el sur de Tailandia, escenario desde hace años de una insurgencia separatista musulmana.
El más reciente atentado dinamitero importante en Bangkok ocurrió el 31 de diciembre del 2006, cuando una serie de bombas durante celebraciones en la capital dejó por lo menos tres muertos y docenas de heridos. Ocurrieron tres meses después que un golpe militar derrocó al primer ministro Thaksin Shinawatra y se conjeturó que fue obra de sus partidarios. Nunca se aclaró el atentado.
El golpe de estado del 2006 desencadenó una lucha por el poder entre partidarios y adversarios de Thaksin, a veces con protestas violentas. Más de 90 personas murieron durante manifestaciones a favor de Thaksin reprimidas por el ejército.