Más de 60 parejas de toda la región se reunieron en la capital de Puerto Rico para intercambiar votos en una boda masiva entre personas del mismo sexo.
La ceremonia del domingo en el sector colonial de San Juan le da a las parejas la oportunidad de seguir con los votos tradicionales del matrimonio tras el histórico decreto de la Corte Suprema de Estados Unidos, en la que exige que todos los estados reconozcan los matrimonios entre homosexuales. El gobernador de la isla firmó la orden ejecutiva poco después del dictamen de junio pasado.
La organizadora Ada Conde dijo que la boda masiva es «una celebración del triunfo del amor». Ella es una de las abogadas que emitió una demanda federal en que se buscaba que Puerto Rico reconociera los matrimonios gays antes de la decisión de la Corte Suprema.
La ceremonia fue objeto de críticas por parte del obispo de la iglesia Católica Romana de la región de Arecibo. El monseñor Daniel Fernández Torres dijo que los matrimonios entre personas del mismo género van «en contra de la ley natural».